Más y más médicos están uniéndose al coro de críticas en contra de muchos procedimientos que se emplean en los males cardiacos. Y el consenso es que en asuntos del corazón, los remedios pueden ser peor que la misma enfermedad. Un ejemplo es la cirugía de revascularización, llamada en inglés “bypass”. Durante este procedimiento, el flujo sanguíneo es trasladado alrededor de las arterias bloqueadas. La corporación RAND ha escrito un reporte que dice que tantos como el 44% de los pacientes sometidos a esta cirugía no la necesitan, y que probablemente vivirían más y mejor con una combinación de drogas, dieta y ejercicio. Ningún estudio ha probado que los pacientes revascularizados tengan una expectativa de vida más alta. De hecho, el 5% muere como consecuencia de la cirugía. Luego están los angiogramas, que son unos procedimientos especiales de rayos X que requieren que un catéter se ensarta en el corazón y sus arterias. Luego se inyecta un tinte y se toma la radiografía. En teoría, eso muestra las arterias bloqueadas. Un reporte dice que en los Estados Unidos, tanto como el 90% de todos los angiogramas son innecesarios. Y añade que es una de las pruebas médicas más imprecisas de la medicina moderna. Algunos angiogramas resultan en muerte de los pacientes. La angioplastía también se ha vuelto popular para eliminar los bloqueos cardiacos. Por medio de este procedimiento se inserta un globo en las arterias bloqueadas, el cual se infla con el fin de ensancharlas. No hay ninguna evidencia que este procedimiento conduzca a expectativas de vida más elevadas.
