Más y más niñas están siendo encontradas asesinadas en Bélgica, luego de ser violadas y torturadas por meses. Tal parece como si los demonios se hayan desatado. Muchos cuerpos de niñas y jovencitas han sido encontradas en estado de descomposición y con señales de desnutrición, violación, sodomía e inanición. Muchas de ellas han sido filmadas en medio de las torturas y los videos vendidos a nivel internacional a través de una red clandestina de múltiples complicidades. Tal parece que no es ahora sólo la perversidad de tener relaciones sexuales con niñas y jovencitas lo que impulsa a los pedofílicos, sino también el deseo de verlas sufrir en vivo. Ya está documentado que hay mucha gente que está dispuesta a pagar enormes cantidades por ver morir a las víctimas de la violencia sexual, pero ahora el nuevo apetito de la abominación se ha trasladado a las niñas. Increíble, pero cierto. Y ahí están los cientos de miles de belgas marchando hacia el Palacio de Justicia para exigir un alto a esta situación. Tal parece que el gobierno ha escuchado demasiadas señales ya.