El doctor Johan Reinhard y su colega antropólogo Miguel Zárate recientemente hicieron un hallazgo espectacular en las cordilleras de los Andes. Al llegar a la cima de la cordillera de Ampato, a casi 21,000 pies de altura, los investigadores estaban atónitos al encontrar tres cuerpos de jovencitas incas perfectamente bien preservados por el hielo. Las adolescentes, de 12 a 14 años de edad, habían sido sacrificadas a los dioses, particularmente al dios de la montaña. Ya en 1954 se habían encontrado restos de otros sacrificios, pero ahora las momias estaban intactas, y se les encontró enterradas con todos los rituales, incluyendo alimentos como chocolates. Las tres jovencitas deben haber muerto hace algunos 500 años, ya que era una costumbre de estos pueblos ofrecer doncellas en sacrificio a los dioses. Ellas eran apuñaladas con una estaca en el pecho hasta desangrarse. Los aztecas solían sacar el corazón de las víctimas que ofrecían en sacrificio. En algunos países asiáticos y africanos, el sacrificio de víctimas inocentes continúa.
