(1) Con casi seis mil millones de personas en el planeta, tal parece que la explosión demográfica no podía ser peor. Y lo más alarmante es que todavía no ha terminado de explotar. De seguir su ritmo actual, la población mundial se doblará para el próximo siglo. Esto significa que en la actualidad, cada semana se añade a la población mundial un número de gentes igual al que contiene la ciudad de Houston, Texas. En un año, la población mundial aumenta en un número mayor al que contiene la República Mexicana. (2) Los países ricos de industrializados han hecho tan lento el control de su población, que de seguir ese patrón, se convertirán en sociedades de viejos. Muchos otros países que están en vías de desarrollo, notablemente en Asia, África y América Latina, siguen creciendo a ritmos pavorosos encuadrados por la pobreza extrema. Por ejemplo, Nigeria, país africano, que en la actualidad cuenta con 130 millones de personas, de seguir así, para el año 2060, podría tener más de 500 millones. (3) Varios factores se conjugan para hacer más apresurado el crecimiento de la población mundial. Uno de ellos es la creciente urbanización. Más y más gentes están emigrando de las ciudades de las áreas rurales en todos los confines del orbe. Luego, la tasa de mortalidad ha disminuido dramáticamente en promedio. (4) De cada diez niños que nacen, solamente uno pertenece a los países ricos; el resto nace en países que apenas se están desarrollando o que nunca lo harán. La hambruna y la miseria por lo tanto se acompañan de esta explosión demográfica.
