(1) Las mentas que se acostumbran después de la comida, pueden servir para algo más que quitar el mal aliento. Pueden ser una medicina efectiva para combatir el exceso de gas en el estómago. Así lo dice el doctor Thomas Kun, gastroenterólogo de la Universidad de California. El gas estomacal se puede acumular cuando usted come muy rápido, bebe con popote o come alimentos que contienen mucho aire. Cuando eso sucede, usted se siente muy lleno y siente una necesidad inmediata de eructar. En tal caso, el aceite de menta puede ayudar. ¿Cómo funciona la menta? Relajando el esfínter en la base del estómago, con lo que se permite que el gas escape. Además, para las personas que ingieren exceso de aire, se les recomienda que se recuesten boca abajo, ya que cuando lo hacen al revés, el gas queda atrapado. (2) La gente obesa que pierde peso rápidamente, está en riesgo de formar cálculos biliares, según el doctor John Marks, de Los Ángeles.
En un estudio, un grupo de personas que tenían un sobrepeso del 65%, fueron puestas en una dieta muy restringida de solamente 500 calorías por día. Una tercera parte de esas personas formó cálculos biliares dentro de los cuatro meses de haber perdido el 15% de su peso corporal. El doctor Marks no está seguro de la razón para explicar este fenómeno, pero todas las explicaciones potenciales se centran alrededor de una misma cosa: el colesterol. Un posible escenario es que la pérdida de peso afloja el colesterol del tejido grasoso y luego se puede acumular en la bilis. El problema puede ser mitigado de cierta forma si se toman dos aspirinas diarias.