Las estadísticas que provienen de los Estados Unidos son sombrías y reveladoras. Uno de cada cuatro hombres de color, entre la edad de 20 y 29 años, está en prisión. Eso significa que hay más negros en prisión o libertad condicional que en la misma universidad. Y un hombre que haya nacido en la India o en Bangladesh en la extrema pobreza, tiene 400% más posibilidades de llegar a los 65 años de edad, que un negro que haya nacido en Nueva York. Los hombres negros en las ciudades norteamericanas ya parecen una especie amenazada de extinción. Mueren jóvenes. El asesinato es la causa principal de muerte entre los hombres jóvenes, pero el alcohol, las drogas y el SIDA también tienen sus efectos devastadores. Un buen segmento de los negros que sobreviven en la edad adulta, abandonan la escuela y enfrentan una vida de desempleo y pobreza. O hacen su vida al margen de la ley y en actividades moralmente cuestionables, como manejadores de prostitutas. La situación del joven negro es una verdadera calamidad. Tienden a ser padres de muchos hijos, pero no los cuidan.
