Ciudad del Vaticano.- Juan Pablo II expresó hoy su "profundo dolor" por el secuestro del arzobispo colombiano de Zipaquirá y presidente del Conferencia Episcopal de América Latina (CELAM), Jorge Enrique Jiménez Carvajal, y del sacerdote Desiderio Orjuela, y pidió su liberación, informó el Vaticano.
El Pontífice hizo estas manifestaciones en un telegrama enviado al cardenal arzobispo de Bogotá, Pedro Rubiano Sáenz, en el que expresó su solidaridad con la Iglesia colombiana, a la que animó a proseguir con generosidad su servicio al pueblo de Colombia.
En la misiva -enviada en su nombre por el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano- el Pontífice expresó su "tristeza" y mostró su solidaridad con los obispos en estos momentos "de dolor".
Los religiosos fueron capturados ayer por presuntos miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuando se dirigían a un oficio religioso en el departamento de Cundinamarca.
"Mientras ruega al Señor que haga recapacitar a los responsables (secuestradores) para que liberen a los secuestrados y abandonen toda forma de violencia, el Papa expresa en estas dolorosas circunstancias su especial cercanía al episcopado latinoamericano y especialmente a los pastores y fieles de Colombia", escribió Sodano en nombre de Juan Pablo II.
Papa Wojtyla animó a la Iglesia colombiana a proseguir "con generosidad" su servicio al Evangelio y al pueblo de Colombia "a pesar de las dificultades y sinsabores".
El Pontífice también pidió a la Iglesia colombiana a trabajar "incansablemente" para que se alcance "la tan anhelada paz en el país".
Fuentes vaticanas aseguraron hoy a EFE que Juan Pablo II volverá mañana a referirse, durante la audiencia general de los miércoles, a este doloroso caso y reiterará la petición de liberación.
La Pontificia Comisión para América Latina, que preside el cardenal Giovanni Battista Re y cuyo vicepresidente es el obispo español Cipriano Calderón Polo, también expresó hoy su "profunda consternación" por los secuestros.
"Al rechazar ese inhumano gesto, en solidaridad cristiana y plena comunión con el CELAM, con el Episcopado y con toda la Iglesia en Colombia, desde el Vaticano hacemos un enérgico llamamiento para que los responsables de tan execrable hecho respeten la vida, la libertad, la dignidad humana y el ministerio del distinguido miembro de la jerarquía latinoamericana y del sacerdote, liberándolos inmediatamente", manifestó esta Comisión Pontificia.
El organismo vaticano agregó que eso es lo que "desea" y explicó que suplica y pide a Dios que Colombia pueda alcanzar la paz y la reconciliación que tanto necesita y anhela.
El arzobispo y el sacerdote de Pacho fueron capturados el lunes por presuntos rebeldes del frente 42 de las FARC cuando se dirigían por una carretera a un oficio religioso en una zona rural de Pacho, en el departamento central de Cundinamarca, a 88 kilómetros al norte de Bogotá.
La Conferencia Episcopal Italiana (CEI) expresó asimismo hoy su solidaridad con los dos secuestrados, destacando que la iglesia italiana siempre ha estado muy cercana a la latinoamericana "que sufre".
La CEI subrayó que en América Latina trabajan 300 misioneros italianos y resaltó el trabajo que realiza el arzobispo Jiménez Carvajal.
"Expresamos nuestra solidaridad con una Iglesia que vive con valentía su misión", subrayó la CEI, que recordó que en los últimos años la Iglesia colombiana ha sufrido el secuestro de tres obispos, doce sacerdotes, tres religiosos y un misionero.
En los últimos años también ha sufrido el asesinato del arzobispo de Cali, del obispo de Arauca y de 43 sacerdotes y dos misioneros.
EFE