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Ciudad del Vaticano.- El papa Juan Pablo II pidió ayer relanzar el diálogo teológico con los ortodoxos en un mensaje al patriarca ecuménico de Constantinopla y llamó a la comunidad internacional a dar apoyo a Bosnia-Herzegovina.
El llamado al diálogo con los ortodoxos fue hecho en el mensaje a Bartolomeo I, la primera autoridad entre las iglesias ortodoxas, difundido por El Vaticano y que fue portado por una delegación que visitó recientemente Estambul (Constantinopla).
La misión, guiada por el presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, Walter Kasper participó en una misa presidida por Bartolomeo I.
Además al recibir a Ivan Misic, como nuevo embajador de Bosnia Herzegovina ante la Santa Sede, Juan Pablo II llamó a Europa y a la comunidad internacional a apoyar a ese país para afrontar el problema de los refugiados de la guerra y los obstáculos económicos.
Dijo que los pueblos de la ex república yugoslava “no sólo han sufrido un sistema político basado en una ideología de contraste con los valores inscritos en el espíritu humano, sino también una larga y dolorosa guerra”.
Para el completo retorno a la normalidad del país, el pontífice pidió a Europa “programas concretos” que permitan colaborar entre las diferentes etnias y llamó a poner fin a los “rencores”. “No es fácil perdonar, pero es urgente y necesario para el bien de todos”.
El papa Juan Pablo II nombró además ayeral cardenal alemán Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, como nuevo decano del colegio cardenalicio en sustitución de Bernardin Gantin.
En un comunicado El Vaticano informó del nombramiento del nuevo decano del colegio cardenalicio y del vicedecano, el secretario de Estado Angelo Sodano, quien pasó a ocupar el puesto que tenía antes Ratzinger.
Ambos fueron propuestos por Gantin, quien pidió dispensa para regresar a Benín, su país natal y fue autorizado por Juan Pablo II tras haber cumplido recientemente los 80 años de edad.
El papel del decano tiene características honoríficas y ceremoniales ya que es el encargado de dar saludos de bienvenida y felicitaciones al Papa y quien, en caso de muerte del pontífice, convoca al cónclave para la elección de su sucesor.
Asimismo, en el cónclave el decano guía las votaciones y pregunta al elegido si está dispuesto a aceptar el cargo.
El decano es elegido entre los seis cardenales pertenecientes a la orden de obispos, es decir, aquéllos que son distinguidos como titulares de una iglesia “suburbicaria” de Roma.
Los seis son hasta ahora: Gantin, Ratzinger, Sodano, Giovanni Battista Re (italiano, prefecto de la Congregación para los Obispos); Roger Etchegaray (francés, ex presidente del Comité para el Jubileo) y el colombiano Alfonso López Trujullo, presidente del Pontificio Consejo para la Familia.
Gantin cubría el cargo desde 1993 y ya desde hace varios años había pedido la dispensa por motivos de salud y para poder regresar a su país natal.
El Vaticano también publicó ayer la carta con la que Juan Pablo II aceptó el pedido del cardenal africano.
“He esperado antes de responderle porque no le escondo que su alejamiento de Roma me priva de un colaborador rico de ‘sensus ecclesiae’ y de una vasta experiencia en cosas humanas”, dijo la misiva del pontífice. “Entiendo, sin embargo, la cercanía a la patria y al propio ambiente natural y cultural a que se refiere en su escrito y me doy cuenta también de la oportunidad que el regreso a su tierra le dará para ofrecer un incisivo testimonio a favor del Evangelio”, agregó.
Ratzinger mantiene su puesto como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ocupa desde hace 21 años y pese a que había pedido al Papa ser relevado.