TORREÓN, COAH.- El tiempo terminó con el rodapié de piedra, las rejas de fierro perfilado y el pretil de ladrillo con balaustrada. El restaurant español “Hórreo”, es considerado patrimonio histórico de Torreón, sin embargo nunca se han proporcionado recursos para su conservación y ahora se encuentra a punto de caer en pedazos.
El restaurant español “Hórreo”, mejor conocido como la Casa de Doña Julia, con el paso del tiempo ha terminado por convertirse en un depósito de basura, escombro y hasta refugio de indigentes.
A pesar de ser considerado patrimonio histórico de Torreón, el edificio jamás ha sido objeto de remodelaciones, sin embargo la Ley prohíbe a su actual propietario remodelar la fachada o simplemente derrumbarlo para construir un nuevo edificio.
Así, sin poder remodelarlo o construir, la Casa de Doña Julia está destinada a dejar que el tiempo siga causando estragos: sus paredes se derrumbarán hasta quedar convertida en un montón de tierra y escombro.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia, Dirección de Monumentos Históricos en su ficha de Catálogos de Bienes Inmuebles, 00049, describe al Restaurant Español “Hórreo”, como un edificio de valor histórico.
Sin embargo y de acuerdo a la Gaceta Municipal publicada en abril de 1996, donde se dan a conocer los pormenores del Reglamento de Protección y Conservación de los Edificios y Monumentos que integran el Patrimonio Cultural de Torreón, mismo que se aprobó en la sesión de Cabildo efectuada el 30 de noviembre de 1990, la Casa de Doña Julia no está incluida entre los edificios del patrimonio de Torreón.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia no da argumento alguno para que la Casa de Doña Julia deba ser considerada como patrimonio de Torreón, incluso en el Catálogo de Bienes Inmuebles nunca da a conocer las obligaciones de la ciudadanía o de los tres niveles de gobierno hacía este tipo de construcciones para garantizar su conservación.
El Reglamento de Protección y Conservación de los Edificios y Monumentos que Integran el Patrimonio Cultural de Torreón, no incluye la Casa de Doña Julia y por lo tanto se desconocen los motivos por los que hasta la fecha a su propietario se le ha negado derrumbar el inmueble.
Además en este reglamento el Ayuntamiento se deslinda de toda responsabilidad para conservar los inmuebles que integran el patrimonio histórico de Torreón, pues no está obligado a destinar recursos del erario para su conservación.
El artículo 11 del reglamento establece: La junta pondrá en consideración de la Dirección de Planificación, Urbanismo y Obras Públicas, la necesidad de limpieza de la cantera o el arreglo y pintura de las fachadas de los edificios que integran el Patrimonio, para que se señale un plazo a los propietarios para la ejecución, sancionándoles si no cumplen con la disposición correspondiente, procediendo a realizar la obra directamente con cargo al propietario.
A decir de Elisa Galindo Gutiérrez, vocal de la Junta de Conservación del Patrimonio Cultural, el Reglamento está vigente y éste no obliga al Ayuntamiento a destinar recursos para la conservación de los inmuebles.
Las condiciones actuales de los edificios, señala, se deben a que la mayoría de sus propietarios carece de los recursos para su conservación y aunque el reglamento establece su obligación para hacerlo no se les puede sancionar.