EDITORIAL Columnas Editorial Caricatura editorial

El sindicato de Pemex

Gilberto Serna

En el asunto del desvío de sumas millonarias, que recibió como préstamo el sindicato petrolero, en estos días se está enderezando contra el líder de los petroleros un procedimiento judicial que no puede seguir adelante mientras no sea despojado, por sus propios compañeros legisladores, del fuero que actualmente le protege. Lo que está produciendo este asunto es que se ensanche más la grieta que se ha abierto entre el gobierno y un amplio sector dentro del PRI cuyos miembros acaban de abandonar el salón donde sesionan los diputados cuando Santiago Creel, secretario de Gobernación, se disponía a comparecer en la glosa que anualmente se hace después de que el presidente rinde su informe de gobierno.

En respuesta el gobierno lanza la ominosa advertencia de continuar con el combate a la corrupción tope donde tope, pase lo que pase y trátese de quien se trate, pues no está dispuesto a negociar impunidades. Esto retoma aquello de que el presidente Vicente Fox no le entraría al trueque de lingotes de oro. Lo que deja, sin lugar a dudas, que en esta vez no cejara en su intento de que varios dirigentes de Pemex vayan a parar a la cárcel. Pero, ante este escenario ¿qué va a suceder? Oyendo las tronantes declaraciones de Santiago Creel, quien llamó “criminales” a los líderes petroleros, se podría pensar que Fox está bien sentado en la silla presidencial y que el tiempo que ha transcurrido desde que tomó posesión, le ha dado el control de los hilos del poder.

Por lo que se ha visto en situaciones anteriores se podría decir que no. Se ejerce el cargo de presidente de la República mas no el poder político que deriva del mismo. No hay antecedentes, en estos casi dos años que lleva como titular del poder Ejecutivo, que implique que las intenciones son las de ir hasta el final. Se tiene la impresión generalizada de que es un Presidente frágil que, hasta ahora, sólo se ha preocupado en resolver los problemas cediendo a las demandas de sus antagónicos. Hay quienes se preguntan: ¿en qué cabeza cabe que el gobierno crea que puede vencer en campo abierto a esos adversarios? ¿Será el caso del cazador novicio que se decide ir contra una manada de lobos provisto de una escopeta de dos cañones?

No se advierte que el gobierno haya creado las condiciones necesarias para desbancar desde el interior a la dirigencia sindical, o que se utilizará la fuerza pública para realizar arrestos como hizo Carlos Salinas de Gortari para romper el cacicazgo de Joaquín Hernández Galicia (a) “La Quina”. Por cierto, en estos últimos días, el sindicato está cometiendo el error de efectuar manifestaciones en apoyo de sus líderes, creyendo que infunden temor a sus contrarios, ofreciendo el sindicato, por conducto de Leonardo Rodríguez Alcaine, devolver la suma que recibió en préstamo. Esto en política se puede interpretar como síntoma de debilidad del sindicato. Qué necesidad tiene un gremio, que se dice inocente, de movilizar a sus trabajadores, anunciando que se devolverá el dinero, si es obvio que el gobierno está enterado que el sindicato cuenta con afiliados y que la reparación del daño no detiene el proceso. ¿Acaso sentirán pasos en la azotea? Habrá que esperar para ver el final de este “cuento”.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2660

elsiglo.mx