La Jornada
México, D.F.- El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) puede convertirse en el sarcófago del campo mexicano si no se inicia una renegociación inmediata, y si el gobierno federal no recurre a todos los instrumentos legales disponibles en la propia Constitución y en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para defender a los productores nacionales, advirtieron especialistas en economía, derecho y del sector agropecuario.
Por separado, la Secretaría de Economía precisó que el TLCAN no se renegociará, sino que entrará en un proceso de revisión encaminado a conformar lo que el presidente Vicente Fox ha llamado un ?TLC plus?, e incluso la creación de una unión aduanera.
La dependencia explicó que aun cuando no se tiene definido si esa revisión derivará en una ampliación del TLCAN o será la pauta para la integración del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), lo cierto es que en esa nueva etapa México podría incluir temas como el migratorio, y Estados Unidos el de telecomunicaciones, entre otros de interés particular para cada uno de los socios.
Durante un foro de análisis sobre los efectos del TLCAN en el sector agropecuario nacional, el investigador del Colegio de México (Colmex) Alejandro Nadal aseguró que el tan anunciado blindaje agropecuario no es más que ?una pésima maniobra de mercadotecnia? por parte de la administración foxista, toda vez que no está claro el origen de los 102 mil millones de pesos que supuestamente lo integran.
No obstante, dijo, esta es sólo una arista del problema que representa para México la apertura comercial, la cual, de profundizarse, puede propiciar que el TLCAN se convierta en un sarcófago para el campo mexicano, sobre todo si el gobierno federal persiste en la negativa de iniciar la renegociación del capítulo agropecuario.
En plena coincidencia, Laura Hernández, catedrática de la Facultad de Derecho; José Luis Calva, miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, y Jorge Witker, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, advirtieron que la renegociación del tratado es posible y debe iniciarse con apego a la Constitución, y a las normas establecidas en el la OMC.
Jorge Witker señaló que el TLCAN es el primer tratado que incorpora al sector agropecuario en las prácticas de libre comercio, lo cual dio como resultado un avance en la renuncia a la defensa del sector. Enfatizó que la ley agrícola estadunidense (Farm Bill) es un duro golpe para México sobre el que el gobierno federal no dijo nada en su momento, cuando tenía como herramienta de defensa el artículo 1803 del TLCAN en materia de transparencia, y exigió que el gobierno de México recurra a una investigación de oficio en materia de subsidios.
José Luis Calva destacó que la administración foxista no debe insistir en la imposibilidad de renegociar el acuerdo comercial, y abundó en que ese replanteamiento debe incluir la reducción sostenida de subsidios, que es una petición constante de los países en vías de desarrollo, reintentar la aplicación del sistema de precios y garantías y trabajar por una política agropecuaria común.
El propio Banco Mundial, aseguró Calva, ha advertido que el sector agropecuario mexicano no está en condiciones de competir en el mercado que se generará a raíz de la liberación de aranceles, debido a que a lo largo de 20 años ha sido objeto de las políticas de cambios más drásticas, pero sin resultados positivos.