En 1965 se puso en servicio la carretera Saltillo-Zacatecas-Guadalajara. Esta vía de comunicación había sido un sueño largamente perseguido por el ingeniero Eulalio Gutiérrez Treviño, aún antes de que empezara a participar en la política. En los años 50s. la familia Gutiérrez y otros empresarios mineros coahuilenses con negocios en la región norte de Zacatecas, se propusieron abrir una carretera de Saltillo a Concepción del Oro, Zacatecas, ya que el cincuentón ferrocarril “Coahuila y Zacatecas” único medio de comunicación entre ambas ciudades, enfrentaba problemas económicos que lo harían suspender operaciones.
El “Coahuila y Zacatecas” fue un ferrocarril de vía angosta que se construyó en el último decenio del siglo XIX y empezó a operar el primero de enero de 1898 prestando el servicio de transporte de cosas y personas entre Concha del Oro y la capital de Coahuila. Durante 51 años “El Coahuilita” como se le decía al tren fue y vino de Saltillo a Concha del Oro ininterrumpidamente. Era lento pero seguro. Lo abordaban en Concepción del Oro los comerciantes en abarrotes para comprar en Saltillo las mercancías que revenderían a sus clientes conchenses durante la siguiente semana, retornando al tercer día con su carga. Saltillo era puerto provisor para varios miles de trabajadores mineros y sus familias, ya que el tren de carga salía diariamente, menos los domingos, con los carros tolva cargados de mineral ferroso que se reexpedía luego a las fundiciones de San Luis Potosí, a Monterrey y a Torreón.
El 17 de abril de 1959 la sucesión de la Casa Purcell suspendió el funcionamiento del “Coahuila y Zacatecas” alegando incosteabilidad en la operación. No dieron aviso al gobierno federal, como estaban obligados por la concesión y la SCOP requisó la línea e inició el procedimiento de caducidad, lo cuál fue notificado a la empresa en enero de 1962. Ferrocarriles Nacionales de México recibió el equipo y las instalaciones del “Coahuila y Zacatecas”.
Don Pablo Cuéllar, prolijo historiador, consigna que Ferronales empezó a construir entonces una vía ancha para reemplazar la vía angosta original que dejó de funcionar el 22 de junio de 1977, y al día siguiente empezó a dar servicio por la nueva línea construida a partir de la estación Gómez Farías, en la vía del ferrocarril México-Laredo, hasta la estación Margaritas, en Zacatecas.
En los años 50s el ingeniero Gutiérrez Treviño aceleró su terqueo incansable a favor del proyecto carretero, acudiendo a todas las instancias. Él mismo era dueño de una constructora de caminos y conocía cuán difícil y lento resultaba convencer a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas de iniciar una obra; así que formó un patronato, bajo su presidencia, para iniciar “a la norteña” el tramo carretero Saltillo-Concepción del Oro. Así empezó su construcción y el camino empezó a funcionar conforme resultaba transitable. Las empresas mineras, los concesionarios de servicio público de transporte, tanto de personas como de carga, y los demás usuarios del camino pagaban una cuota de peaje, con la cuál se costeaban los insumos y el trabajo de la maquinaria pesada que abría el camino.
En ese tiempo don Eulalio fue designado candidato del PRI a Presidente Municipal de Saltillo y una vez electo tuvo la suficiente representatividad y el apoyo del gobierno de Coahuila para convencer a los funcionarios de la capital de la República de incorporar la vialidad propuesta a los programas de la SCOP. Creo que en esos años se publicó la convocatoria a contratistas para la construcción del tramo Saltillo-Concepción del Oro y fueron acelerados los trabajos en el tramo..
No era, que digamos, un super carretera... El mismo ingeniero Gutiérrez la planteaba como un camino de penetración, de poca anchura y con ahorro en los acotamientos; pero útil solución para lograr comunicar a dos regiones de estados vecinos que se necesitaban mutuamente. Un esfuerzo adicional del gobierno federal ligó el camino a Concha del Oro con Zacatecas y luego con Guadalajara, pero sin el esfuerzo constante, terco y organizado del ingeniero Eulalio Gutiérrez hubiera sido imposible comunicar al Noreste con el Occidente. Esto no se le ha agradecido lo suficiente.
Hoy el viejo camino Saltillo-Concepción del Oro, Zacatecas- Guadalajara, necesita una completa modernización. Clama por ella. El índice de accidentes atribuido a las malas condiciones de la vía es muy alto. Resulta insegura, demasiada estrecha para el alto aforo de tránsito que registra y sumamente cara en vidas y daños materiales. Por fortuna ya existe un principio de acuerdo entre los gobernadores de Coahuila y Zacatecas, Enrique Martínez y Ricardo Monreal, para ponerle mano y modernizarla. Ojalá que muy pronto ese acuerdo se convierta en realidad, lo cuál sería un digno y merecido homenaje para don Eulalio...