Salvo municipios muy contados, se puede decir que la tendencia generalizada en los treinta y ocho que existen en Coahuila en las votaciones del día de ayer, fue la misma, por lo que ahora, como se esperaba, tenemos que lamentar que el abstencionismo en el estado haya alcanzado el sesenta por ciento del número total de electores, a lo que con seguridad contribuyó el hecho de que se acortaron los tiempos de campaña, así como las limitaciones en el uso de la propaganda.
Por ello, atendiendo a los resultados que habrán de precisarse durante el transcurso de la semana que se inicia, resulta claro que es urgente revisar la legislación electoral para adecuar su normatividad a un justo medio que permita a partidos y candidatos realizar la promoción del voto en la forma y términos necesarios para interesar al elector a fin de que participe en forma significativa en los próximos procesos electorales locales.
Debe destacarse el hecho de que no se presentaron incidentes importantes en las elecciones del día de ayer, salvo aquéllos que son comunes a muchos de ellos, pues hubo casillas que se cambiaron de lugar al momento de su instalación y otras en las que faltaron algunas de las personas que deberían de integrarlas en calidad de funcionarios. Pero con la información que se tiene hasta ahora es posible afirmar que ninguno de esos acontecimientos incide sobre el resultado final de las votaciones.
Por otra parte, con el ochenta y cinco por ciento de las casillas computadas según sus propias declaraciones, el candidato del Partido Acción Nacional, Guillermo Anaya, se declaró ganador de la contienda en el municipio de Torreón con una ventaja de seis puntos porcentuales sobre la candidata del Revolucionario Institucional, Laura Reyes Retana, aunque esos porcentajes deberán ser corroborados por el Instituto Electoral en esta misma semana y de comprobarse, en nuestro municipio se habrá dado de nuevo la alternancia en el poder.