TORREÓN, COAH.- Huele a “azufre”. Eso es lo que dicen los vecinos de la colonia Luis Echeverría y Torreón Jardín, pues aseguran que durante la última semana se han incrementado las emanaciones tóxicas de la empresa Peñoles.
Dolores Heredia García decidió vender su casa ubicada en la colonia Luis Echeverría. Asegura que ya no aguanta el olor a metal, ni siquiera le importó entregar su casa por la módica cantidad de 55 mil pesos.
“Prefiero vivir sana que contaminada, la empresa ya no quiso comprarnos las casas y por eso decidimos venderla. En la noche no podemos dormir, el olor a ácido, como azufre, es muy fuerte, pasamos noches enteradas desvelados”.
Dolores señala que durante la última semana el olor emanado de la empresa Peñoles es más fuerte, por eso los dolores de cabeza no cesan y siente ardor en la nariz, incluso asegura que en varias ocasiones ha vomitado.
“Mucha gente sigue aferrada a vivir aquí porque no tiene a dónde ir, nosotros ya buscamos un lugar porque de verdad que ya no aguantamos más a Peñoles, no podemos respirar tranquilos, por eso vendí mi casa tan barata”.
Por su parte, Lucio Heredia García dice que todas las mañanas amanece con los ojos enrojecidos y con bolsas en los ojos: “siento como si me hubiera untado chile en los ojos, yo tampoco puedo dormir por el olor a ácido que se siente, me agarra una tos horrible”.
Desde hace varias noches, dice Lucio, el olor se ha incrementado considerablemente, sin embargo nunca ha optado por irse a dormir a casa de sus parientes cuando esto pasa: “no queremos dar lata, siempre nos hemos aguantado”.
La señora Adela Beltrán también asegura que las emanaciones tóxicas emanadas de la empresa Peñoles ya son insoportables: “ya ni siquiera se esperan a la noche para aventar su mugrero, todo el día el olor es muy fuerte”.
Hace algunos días, dice, su hijo se tuvo que ir a vivir a otro lugar porque su esposa acababa de dar a luz y el bebé se enfermó: “cómo es posible que mi hijo tenga que vivir de renta siendo dueño de esta casa, pero mi nieto se mormaba mucho y siempre tenía los ojos llorosos”.
La empresa, señala Adela, barre y limpia todos los días las calles de la colonia Luis Echeverría, pero no limpia el aire: “qué ganan con hacer eso si la contaminación está en el aire, eso es lo que deberían limpiar”.
Adela dice estar dispuesta a vender su casa a Peñoles, sin embargo la empresa se ha negado a comprar la vivienda: “antes me sentaba en la banqueta con mis nietos, ahora nos la pasamos encerrados en la casa, no se puede estar afuera porque el olor cala mucho”.