La etapa de la pubertad que se contempla entre los 11 y 15 años de edad, y es un tiempo difícil en el adolescente, en el que los padres deben interactuar directamente con ellos, pues de lo contrario pueden obtener mala información sobre lo que pasa en sus cuerpos y en sus vidas; esto es un riesgo latente para no sólo buscar malas amistades, sino también para estar cerca de las drogas.
Candelaria Rodríguez, directora del Centro de Integración Juvenil, expresó que en la pubertad los adolescentes comienzan a crear cientos de preguntas. Dijo que tan sólo los adultos deben recordar esta etapa, y qué difícil fue para cada uno de ellos.
Explicó que no hay nada mejor que crear introspectiva en el mismo adulto, para tratar de comprender al adolescente, no para juzgarlo ni para coartarle su libertad, sino para guiarlo y para orientarlo, de lo que se deriva un cúmulo de comunicación.
En esta etapa el cuerpo de los jóvenes comienza a cambiar. En las niñas comienzan las etapas de menstruación, crecen sus pechos; en los niños empieza a cambiar la voz, a ensanchar su cuerpo, y ambos sexos presentan el crecimiento del vello en distintas partes del cuerpo.
Dijo que en estos procesos los niños, quienes eran “un amor” para los padres, comienzan a sentirse diferentes, confundidos ante el papel que deben tomar. A veces se comportan como niños y posteriormente quieren ser jóvenes y adultos a la vez; quieren tomar sus propias decisiones y comenzar a vestir por su propia cuenta.
Explicó que lo más recomendable es que las madres platiquen con las niñas y expliquen los cambios que sufren sus cuerpos, mientras que los niños deben recibir acercamiento por parte de los padres.
Es importante que los padres expliquen a sus hijos que aunque están experimentando cambios físicos en sus cuerpos, aún no están listos para ser padres. Que será muy normal el que mantengan acercamiento y atracción con el sexo opuesto, pero que deberán prepararse para ello. Los consejos serán de gran ayuda, siempre y cuando se den en una forma adecuada.