Gómez Palacio, Dgo.- Las actividades agrícolas en el campo mexicano están condenadas a desaparecer si no se toman las medidas emergentes por el Gobierno Federal para contrarrestar los efectos negativos que provocará la apertura del mercado a productos agropecuarios de Estados Unidos y Canadá a partir del próximo año.
Andrés Fausto Navarro, presidente de la Unión Regional de Propietarios Rurales del Norte de Durango dijo que de ninguna manera se trata de pronósticos alarmistas y exagerados, sino con base en estudios y cifras que han dado a conocer los especialistas del sector.
Consideró que ningún mexicano esperaba que con la firma del Tratado de Libre Comercio en 1992, se habría de formalizar el pacto para enfrentar al sector rural mexicano con el extranjero, en condiciones desventajosas en una competencia abierta con los productores norteamericanos y canadienses que reciben miles de millones de dólares en subsidios, alta tecnología y otros apoyos.
A diferencia de ello, dijo, a los productores agrícolas mexicanos se les cancelan o disminuyen los apoyos drásticamente.
Fausto Navarro manifestó que el mal llamado “blindaje agropecuario” de ninguna manera habrá de contrarrestar la invasión a México de productos agropecuarios extranjeros, que se registrará a partir del primer día de enero.
Lo que caracteriza al campo mexicano actualmente, dijo el representante de los productores, es su constante incremento de pobreza entre sus habitantes; un profundo estancamiento en su desarrollo; falta de productividad y rentabilidad, lo cual ha provocado que el 46.08 por ciento de la población rural sobreviva en condiciones de pobreza extrema, pese a los apoyos que otorga el Gobierno Federal y que no llegan a satisfacer las demandas más imperantes del sector.
El presidente de la Unión Regional de Propietarios Rurales del Norte de Durango dijo que los productores están a la espera de acciones específicas por parte del gobierno, para proteger al sector rural mexicano, donde habitan los millones de pobres que tiene el país.