GÓMEZ PALACIO, DGO.- La industria del vestido demanda la intervención y protección del Gobierno Federal, previendo que el ingreso de países asiáticos a la Organización Mundial del Comercio creará condiciones de competencia desiguales que podrían poner en riesgo la planta laboral mexicana.
Antonio Juan Marcos Villarreal, presidente de la Delegación Laguna de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido, dijo que la entrada de China a la OMC a partir de 2006, coloca en riesgo los 60 mil empleos que representa el sector de la confección, al grado que pudieran perderse en el lapso aproximado de un año si no se toman las previsiones necesarias desde ahora.
Una de éstas sería agilizar las reformas pendientes en materia de electricidad, laboral, y afinar la reforma fiscal que desde este año quedó en condiciones poco convincentes y que requieren de un análisis profundo y modificaciones.
En ese sentido, dijo que ya se hizo la solicitud a diputados federales para que aborden los temas en el próximo periodo de sesiones que inicia en el mes de septiembre y surja un consenso, aunque también consideró que “se antoja difícil que se tenga algún resultado”, tomando en cuenta que el segundo tiempo ordinario transcurrirá en periodo de elecciones y por lo tanto se prestará poca atención a la tarea legislativa pendiente.
Previendo que las condiciones de competencia les serán poco favorables, los empresarios de la industria textil están haciendo su propio esfuerzo que consiste en agregar valor a los productos, dejando de prestar servicios de ensambladoras y ofreciendo productos completos, lo que además significa ahorrar costos para las empresas compradoras.
Juan Marcos Villarreal dijo al respecto que el mercado estadounidense, su principal cliente, es muy grande y ha faltado explotar demasiados nichos de mercado; también se está explorando el mercado europeo y tratando de incursionarlo.
Otra de las estrategias es hacer más eficientes los tiempos de entrega y calidad; si dichos periodos se reducen de cinco a tres semanas en atención a lo que piden los diseñadores estadounidenses, no habrá competencia que afecte a los industriales del vestido mexicanos y algunas empresas ya están cumpliendo con tales parámetros.
El presidente de Canaive refirió que la presente temporada es la de mayor demanda para las industrias mexicanas, pero prevalece el nerviosismo generado por la situación financiera del principal cliente, los Estados Unidos: la detección de empresas fraudulentas, los reportes de que la economía no se ha recuperado conforme lo esperado y las advertencias de posibles nuevos atentados.
Una nueva crisis de los Estados Unidos “pegaría fuerte” al sector textil del país y sería peor que la situación vivida en 2001; sin embargo, el sector no puede desaparecer, pues hay empresas muy sólidas en condiciones de seguir compitiendo.
La industria del vestido en la Comarca Lagunera ha logrado recuperar entre 12 mil y 18 mil empleos a partir de este año tras la crisis de 2001.