Torreón, Coah.- En una serie de irregularidades en las que se sospecha pudiera tratarse de un caso de tráfico de infantes, incurrieron una mujer y el médico que la asistió en el parto cuando por complicaciones que se presentaron, el recién nacido murió, por lo que lo llevaron al Hospital Infantil donde ya no fue atendido y finalmente lo dejaron “encargado” con la mujer que se presume iba a “adoptar” el menor, ya que “iban a conseguir dinero para velarlo en la funeraria del DIF”.
La trama ocurrió durante la madrugada de este jueves cuando Ana Lilia López Saucedo, de 28 años de edad, con domicilio en calle Flores Magón No. 434 de la colonia Alamedas, acudió hasta el consultorio del doctor Manuel Santoyo, ubicado en calle Cuiccuilco y calzada Xochimilco de la colonia Carolinas, ya que presentaba trabajo de parto muy avanzado.
Según trascendió en la Dirección de Seguridad Pública Municipal, los hechos se registraron alrededor de las 01:00 horas, cuando Ana Lilia dio a luz un bebé, masculino, que presentó varios problemas de salud.
Al no contar con los recursos necesarios para atenderlo, la parturienta y el médico se trasladaron al Hospital Infantil, donde el recién nacido ya llegó muerto y por esta causa, el médico de guardia, doctor Arturo Espinoza, ya no lo recibió. Sin embargo, no dio el aviso correspondiente al Ministerio Público.
Inexplicablemente, tanto la madre del infante muerto como el médico que la asistió en el parto, en lugar de acudir con las autoridades correspondientes para notificar de la situación, se trasladaron hasta el domicilio de Blanca Lorena Hernández Rocha, de 29 años de edad, con dirección en Privada Argentina No. 15 de la colonia Aviación, donde dejaron “encargado” al pequeño, pues “iban a conseguir dinero para llevarlo al velatorio del DIF”. Esto fue a las 04:00 horas, aproximadamente.
Hasta las 08:00 horas se da aviso a la DSPM
Blanca Lorena, al notar que el pequeño estaba muerto, va a casa de su mamá Juana María Hernández Rocha, de 64 años, que vive a un lado, donde le explica la situación y es esta última mujer la que da aviso al 060, mediante un llamado “anónimo”, reportando el deceso del recién nacido, pero hasta las 08:00 horas.
Fue así como una patrulla de la DSPM acude hasta el domicilio de la denunciante, que es Privada Argentina No. 16 de la misma colonia Aviación, donde Juana María les dice que no es ahí, sino a un lado, con su hija Blanca Lorena.
Agentes de la Policía Preventiva, al enterarse de lo anterior, deciden detener tanto a la mujer que recibió al niño muerto como a la que se lo llevó, pero sin hacer lo propio con el facultativo.
Fue muerte natural
Carlos Falcón Sifuentes, titular de la Coordinación “A” de agencias del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, informó a El Siglo de Torreón, que las causa de la muerte del infante fueron naturales, pues aspiró “líquido amniótico durante el parto”, por lo que no hay delito que perseguir.
Sin embargo, cuestionado sobre las irregularidades que se observan en esta caso, mencionó que tanto el médico que asistió a Ana Lilia en el parto, así como el facultativo que no recibió al bebé muerto en el Hospital Infantil, incurrieron en diversas irregularidades al no haber dado parte a la autoridad correspondiente que en esta caso es el Ministerio Público.
Del delito en que pudieron haber incurrido es el de omisión de denuncia, que de resultar comprobada, ambos médicos pudieran acogerse a la falta penal y saldrían libres con el pago de una multa y la reparación del daño.
Versión extraoficial
En el medio policíaco trascendió fuertemente una versión extraoficial en el que se hablaba de un posible tráfico de infantes, lo cual fue negado por las autoridades del Ministerio Público.
En ella se señalaba que Ana Lilia López Saucedo, quien labora en turno nocturno en el bar Coctel 2 (antes bar 33), ubicado por el bulevar Revolución frente a la Unidad Deportiva Torreón que además tiene otros tres hijos de diversas edades, pretendía venderle el recién nacido a Blanca Lorena Hernández Rocha.
Se indicó también que esta última mujer, estaba pagando todos los gastos médicos que requería Ana Lilia, que al adelantársele el parto acudió con el doctor Manuel Santoyo, quien la atendió en su consultorio.
Al observar que el recién nacido presento complicaciones, fueron al Hospital Infantil donde ya no se les dio ayuda y como había el compromiso de entregarle al bebé a quien había corrido con todos los gastos, se trasladaron a su domicilio donde le dejaron el cuerpecito del infante.
Lo anterior, no fue confirmado por las autoridades, quienes se limitaron a decir que no sabían nada de esta situación.