Notimex
México, D.F.- Durante una reunión con funcionarios de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), el presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg, aseguró que este organismo “ve con buenos ojos” los diversos balances que se le aplican “porque son absolutamente indispensables para la existencia de una democracia sólida”.
Woldenberg Karakowsky así se expresó en una sesión con el titular de la ASF, Arturo González de Aragón, y el auditor Especial de Desempeño de esa institución, Roberto Salcedo, en la que se dio a conocer el resultado de diversas auditorías realizadas con motivo de las elecciones federales de 2000.
De acuerdo con la minuta de dicha reunión, al encuentro también asistieron miembros del Consejo General y de la Junta Ejecutiva del IFE El consejero presidente llamó a los empleados del IFE que interactúan con los inspectores para no molestarse con éstos durante los trabajos de auditoría que llevan a cabo, “porque al final de cuentas somos instituciones públicas, manejamos recursos públicos y estamos obligados a dar buenas cuentas de lo que hacemos”.
La ASF entregó al IFE los resultados de las fiscalización hecha en 2000 al Registro Federal de Electores (RFE) y al Servicio de Profesionalización Electoral (SPE), en lo que respecta al padrón electoral, la promoción del voto y la función civil.
El auditor especial Roberto Salcedo dijo que durante 2000 se dieron un total de siete millones 570 mil movimientos en el padrón electoral.
El 33 por ciento de éstos, detalló, correspondió a ciudadanos que se tomaron la foto; 25 a inscripciones al padrón electoral; 20 a cambios de domicilio; 12 a restituciones de credencial para votar con fotografía y 7.6 a reposición de datos y requisición de credencial.
Comentó que 521 mil registros quedaron pendientes de verificar a través de trabajos de campo, cifra que representó sólo el 0.9 por ciento del padrón electoral.
Recordó que los representantes de los partidos políticos aprobaron, durante la sesión del Comité Nacional de Supervisión y Evaluación del 4 de mayo de 2000, analizar los casos en trabajos de “gabinete”.
Éstos arrojaron que de los 521 mil registros pendientes, el 1.4 por ciento estaban duplicados, 95 eran correctos y 2.8 no se pudo determinar porque no se encontró a los ciudadanos.
Para la elección del 2000, añadió, el IFE contó con un padrón electoral de 59 millones 584 mil 542 ciudadanos, de los cuales 51 por ciento fueron mujeres y 48.3 hombres.
Esta cifra representa un incremento del padrón electoral de 12 millones 104 mil ciudadanos respecto a las elecciones de 1994 y 1997, es decir, casi 25 por ciento, indicó.
Refirió que la lista nominal de electores se conformó con 58 millones 782 mil 737 electores, esto es 13 millones más con relación a los comicios de 1994 y 1997.
Respecto a la promoción del voto, Salcedo recordó que el Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales (Cofipe) obliga al RFE a realizar cada año, a partir del 1 de octubre y hasta el 15 de enero siguiente, una campaña intensa para convocar y orientar a la ciudadanía a cumplir con sus obligaciones electorales.
En ese marco, anotó, para la campaña intensiva 2000-2001 el IFE promovió 734 mil 308 mensajes en radio y 845 entrevistas en este mismo medio de comunicación.
Dijo que “el IFE, de acuerdo a su presupuesto, cumplió en términos generales con la obligación de promover el voto a través de los diversos medios de comunicación, lo que se reflejó en una votación superior al 60 por ciento en las elecciones del periodo analizado”.
De acuerdo con el reporte de la ASF, durante la reunión se dio a conocer que en el proceso de julio de 2000 los votos emitidos para la elección presidencial sumaron 37 millones 601 mil, lo que representó el 64 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal.
Respecto al SPE, se señaló que los servicios civiles de carrera se caracterizaron por la aplicación de normas que regulan tres aspectos fundamentales .
y que permiten la contratación y permanencia de servidores públicos calificados, competentes y con deseos de superación.
“Podemos señalar que, en términos generales, los bienes y servicios adquiridos se apegaron a la normatividad en la materia, no obstante que algunas adquisiciones no estuvieron vinculadas a objetivos y metas preestablecidas y que existen fallas de control para la guarda y custodia de bienes informáticos y vehículos”, se expuso.