México, DF.- Luis Morales Reyes, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), manifestó que mientras el país siga estando en la pobreza, por más voluntad y sensibilidad política de las autoridades, no habrá posibilidad de detonar el desarrollo en el campo. No obstante, descartó que la situación en el agro derive en estallidos sociales. Los actos de violencia registrados, sostuvo, son "esporádicos, transitorios".
El jerarca católico desarrolló, en una entrevista afuera de la parroquia La Sagrada Familia, en la ciudad de México, tres escenarios diferentes en cuanto al campo mexicano, a partir de su experiencia como arzobispo de San Luis Potosí: uno desarrollado y productivo, otro que está "medio muerto y donde la gente ha perdido la esperanza realmente" y uno intermedio, "bastante oprimido y lastimado, donde la gente está un poco inquieta, pero no hasta el punto de la violencia".
La fortaleza del campesino, subrayó, confirma que tiene una vocación de paz dentro de su sector y "esperan la llegada de nuevos tiempos, se les inyecten recursos económico y tecnologías para conseguir un mejor futuro".
Confió que las acciones gubernamentales, pese a la austeridad presupuestal, se encaminen a rehabilitar el campo "que todavía tiene esperanza y aún puede rehabilitarse y bueno, resucitar si ya está muerto".
Morales Reyes defendió que el gobierno busca brindar apoyos a este rubro social. "Faltan recursos, somos un país pobre y por más sensibilidad y voluntad que se tenga no habrá avances sin recursos. En la medida que vaya habiendo, van a canalizar mucho más al campo, ya sea para combatir la pobreza o para rehabilitarlo y tecnificarlo".
Al igual que el cardenal Norberto Rivera Carrera, acudió al templo para celebrar una misa a 75 años del fusilamiento del padre jesuita Miguel Agustín Pro Juárez, ocurrido en la guerra cristera. El presidente de la CEM realzó también que el gobierno federal está preocupado por el respeto a los derechos humanos. "Estamos en mejores tiempos que hace unos años".