Ganando el partido pendiente de la fecha I ante el Pachuca, las Águilas del América acabaron con la especulación y la polémica respecto a si debía contar este encuentro para la estadística del mejor inicio de torneo en su historia, alargando la racha a nueve juegos sin perder, marcha casi perfecta, pues ha obtenido 25 de 27 puntos disputados.
Los de Coapa, tras doce años de ayuno campeonil, presentaron desde la temporada pasada un equipo sólido que fue creciendo y acabó siendo campeón; sus detractores dicen que la liguilla sin seleccionados los benefició pero, sea como fuere, hicieron los méritos suficientes para ceñirse la corona.
Todo esto ocurrió bajo la batuta de Manuel Lapuente y ahora continúa con el interinato de Mario Carrillo, quien encontró su bolita con los cremas y ahora, como dice la canción: "Ya cree que el mundo es suyo y hasta les da su olvido".
Lo cierto es que el América está convertido en un equipazo; particularmente no soy americanista ni simpatizo con ellos pero me gusta el buen futbol y es innegable que lo practican y en serio.
La premisa parece sencilla: buen portero, defensa sólida, toque rápido y fácil del balón y mucha gente pisando el área rival. ¡Ah, y me olvidaba! Cuauhtémoc Blanco en plena resurrección, físicamente entero y con la rapidez mental que lo ubica en otro contexto respecto al resto de los jugadores en México.
En este momento el único problema de las Águilas es que no han logrado conectar con la tribuna y pese a estar haciendo un futbol espectacular, la gente no acude en buen número al estadio. Esperemos a ver qué pasa en su próximo duelo ante Toluca.
No es la primera vez que los millonetas tienen un plantel jugando extraordinariamente; los aficionados de antaño, sobre todo cremas, recordarán aquel equipo dirigido por Carlos Reinoso con Bacas, Brailovsky, Batata, Outes que llenaba la pupila con su vertical y hermosa propuesta futbolística.
Posteriormente, vino la era de Leo Beenhakker con jugadores como Kalusha, Francois Omam Biyik, los inicios de Blanco y un verdadero circo aéreo que deleitaba hasta a los enemigos del club capitalino.
Considero de justicia reconocer que el mejor equipo en este momento es el América. Desgraciadamente con esto se tiene que aprender a aguantar a sus seguidores que son generalmente insoportables. Con decirles, queridos amigos, que Dios me castigó y Arturo Brizio Rivas, mi hijo de 14 años me salió americanista y está más agrandado que chancla de pobre.
A Pachuca simplemente le caminaron por encima dando incluso la impresión de que podían ganar cuando quisieran; las rachas no son eternas y América tendrá que perder, lo que no se ve muy claro es cómo y cuándo lo hará. Viene una visita pesada y peligrosa a Monterrey y quizá los discípulos de Daniel Passarella le pongan zancadilla al cuadro dirigido por el cambiante y camaleónico Mario Carrillo.
Desde hoy aseguro que será un juegazo. Voy Monterrey.