Para el coordinador de la Comisión de Alcoholes del Ayuntamiento, regidor Marco Antonio Mora Varela, la Ley Seca Dominical e infinidad de restricciones que existen en el Municipio en materia de venta de alcoholes, ya no tienen razón de ser y admitió que es una verdadera simulación, pues en la realidad, reina el clandestinaje y la anarquía de la que se benefician económicamente “sólo unos cuantos’’.
Por eso opinó que en el marco de la nueva Ley de Participación Ciudadana, debería someterse a consulta pública, en la que participaran todos los actores sociales, involucrados directa o indirectamente en esta actividad, empresarios e inclusive consumidores, para que su voz se deje escuchar y sea apegada a la realidad, la decisión que se tome, sin más imposiciones.
Lejos de criterios “mochos’’, el Edil, quien infinidad de ocasiones ha denunciado el clandestinaje soslayado por elementos policíacos de la Dirección de Seguridad Pública y de inspectores de Control Reglamentario que comprobadamente dejan operar a algunos negocios hasta después de las cuatro de la mañana, indicó que lamentablemente “lo prohibido es lo que más se hace’’.
Opinó que tal vez quitando los “candados legales’’ que existen y que únicamente son en teoría, haya más libertad en este rubro del comercio, que no necesariamente tiene que ver con excesos, pues es un hecho que adquirida clandestinamente, acudiendo aquí cerca de Gómez Palacio los domingos o entre semana después de las nueve de la noche, quien quiere adquirir cerveza o vino, lo consigue sin problema alguno y todo mundo “ya sabe el camino’’.
Marco Antonio Mora Varela también declaró que la Ley Seca Dominical desde hace mucho tiempo perdió vigencia, porque los domingos en los jugos de futbol se vende cerveza y además muchos años han pasado desde que se estableció, cuando Torreón era otro.
Entonces no había tanto desarrollo, ni inversiones extranjeras, negocios de importantes franquicias que ahora hacen necesarias las modificaciones legales en el reglón de venta de alcoholes, sin criterios moralistas y más bien apegados a la realidad social.
De cambiar los esquemas en lo que hace a venta de alcoholes, hasta el Gobierno Municipal se ahorraría recursos, pues ya no necesitaría inspectores de alcoholes, que trabajan ahora bajo la figura de Control Reglamentario y en la realidad no cumplen su cometido.