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CARACAS.- La adhesión mayoritaria de los trabajadores petroleros al paro cívico agudizó la crisis que enfrenta el país a consecuencia de la huelga que llegó ayer a su octava jornada.
La ausencia de combustible comienza a sentirse en Caracas y las principales ciudades del país donde algunas estaciones de gasolina cerraron debido a la falta de combustible.
En las gasolineras que permanecen abiertas se aglomeran numerosos clientes para llenar los tanques de sus vehículos por temor a que se detengan por completo los suministros.
Luis Torres, gerente de mantenimiento de la refinería de Jose, dijo ayer que esta planta, que es una de las mayores procesadoras de petróleo y gas del país, está parcialmente paralizada debido a la ausencia de materia prima.
Torres expresó a la televisora Globovisión que la refinería de Jose, ubicada a unos 400 kilómetros de Caracas, podría detenerse por completo en las próximas 48 horas.
Una situación similar enfrentan los complejos petroleros occidentales del Zulia y Falcón, los más grandes de Venezuela, que también han bajado sus operaciones en más de 50 por ciento debido a la ausencia de personal y suministros de combustibles.
Un vocero de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) informó que los trabajadores del Distrito Gasífero de Anaco, ubicado a unos 300 kilómetros al este de Caracas y que genera 75 por ciento del gas del país, acordaron reducir a su nivel mínimo la producción y llevarla hasta 800 millones de pies cúbicos de gas a partir de la medianoche.
La decisión afectará directamente las operaciones las empresas productoras de acero y aluminio del sur Venezuela, y los suministros de gas doméstico en Caracas y los estados centrales del país.
El dirigente de los trabajadores petroleros en huelga, Horacio Medina, señaló que la producción petrolera de Venezuela ha caído en 70 por ciento, unos 1,9 millones de barriles diarios, a consecuencia del paro.
Venezuela, uno de los cinco mayores productores de crudo del mundo y uno de los principales proveedores de los Estados Unidos tiene una producción de 2,8 millones de barriles diarios. El incremento de la presencia militar en las plantas petroleras y estaciones de gasolina, y la sustitución de algunos directivos de las refinerías por personal de confianza no han logrado detener la progresiva paralización de la estatal Petróleos de Venezuela, que es considerada el corazón económico del país.
El vocero de la alianza opositora Coordinadora Democrática (CD), Carlos Ortega, llamó a los venezolanos y a la comunidad internacional a permanecer alertas “ante la amenaza de una escalada violenta, represiva, por parte del gobierno chavista”.
Ortega, presidente de la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV), advirtió sobre posibles “detenciones, amedrentamientos y atentados contra dirigentes gremiales, sindicales y empresariales”.
Manifestó preocupación ante la posibilidad de que el gobierno coarte la libertad de expresión “mediante el atropello a los periodistas, las acciones terroristas contra las plantas físicas y unidades móviles de estos medios”.
Ante recordatorios que Chávez ha hecho a dueños de medios de comunicación, algunos de los cuales -afirma- mantienen un “terrorismo mediático”, el dirigente sindical indicó que el militar retirado podría llegar “hasta cerrar los medios de comunicación”.El viceministro de Circuitos Agroalimentarios, Oswaldo Carnevalli, pidió este lunes a la población mantener la calma debido a que los proveedores de alimentos están cumpliendo con los suministros normales.
El presidente de la Cámara Venezolana de la Industria Alimenticia, Rafael Alfonso, declaró que cerca del 90 por ciento del sector industrial privado está paralizado.
El directivo de la Asociación Bancaria, Ignacio Salvatierra, expresó que los bancos decidieron sumarse a la huelga y fijaron un horario restringido del servicio entre las nueve de la mañana (1200 GMT) y el mediodía que regirá a partir de hoy.
Las actividades de la central portuaria de la ciudad de Puerto Cabello, que está a unos 130 kilómetros al noroeste de Caracas y concentra 62 por ciento de las exportaciones y 65 por ciento de las importaciones no tradicionales, fueron suspedidas completamente, informó el presidente del Instituto Nacional de Puertos, Jorge Serrano.
Los centros comerciales y empresas medianas también permanecen cerrados.