París.- El informe Kriegel, encargado por el Gobierno francés para evaluar, analizar y proponer soluciones al problema de la violencia en la televisión, concluye que las escenas violentas difundidas por este medio afectan indiscutiblemente al comportamiento de los niños y de los más jóvenes.
El documento, presentado hoy por el ministro francés de Cultura y Comunicación, Jean-Jaques Aillagon, afirma que la difusión de espectáculos violentos "causan efectos" en el comportamiento "de los niños, pero también de los jóvenes adultos".
"El efecto es neto y proporcional al tiempo pasado delante de la pantalla", añade el informe.
"Se sospechaba la responsabilidad de la televisión, nadie hoy puede ignorarla", afirma la filósofa que da nombre al informe, Blandine Kriegel, presidenta de una comisión integrada por cuarenta personalidades que desde el pasado junio estudia la responsabilidad de la televisión en el aumento de la violencia en la sociedad francesa.
Kriegel recomienda, en primer lugar, un "pacto de libertad y responsabilidad" que pasa por la prohibición absoluta de difundir programas violentos o pornográficos entre las 06.30 horas y las 22.30 horas, franja horaria susceptibles de ser vista por niños.
La filósofa pide, asimismo, que terminen las excepciones para la difusión de películas prohibidas a los menores de 12 y que esta medida se aplique a todas las cadenas.
El ministro francés subrayó hoy que el reto es "hacer una televisión más respetuosa con la dignidad y la fragilidad de los más jóvenes", aunque sin olvidar que además de "deberes con respecto a la juventud", se tienen también "deberes respecto a la singularidad de la creación".
El informe, de una centenar de páginas, señala que Francia "acusa un retraso respecto a sus vecinos europeos en la puesta en marcha de instrumentos de regulación eficaces".
Pide, por ello, que se reforme la comisión de clasificación de filmes, para que sea menos permisiva y se acerque más a los criterios "de nuestros vecinos europeos".
En lo que concierne a la pornografía, Kriegel propone la puesta en marcha de sistemas de pago por sesión o de doble codificación, así como la necesidad de presentar una demanda explicita para tener acceso a una cadena pornográfica.
El informe recomienda también que se refuerce el poder del Consejo Superior del Audiovisual (CSA) y la creación de una comisión de evaluación de la evolución de la violencia en las televisiones, integrada por representantes de difusores, autores, asociaciones de telespectadores y de lo ministerios de Cultura y de la Familia.
"Prohibir toda representación de la violencia sería absurdo, pero hay que rechazar el deleite de la violencia", estima la filósofa, quien sugiere que el Gobierno dé un año de prueba a la aplicación de las medidas que propone.
EFE