Otra situación que han traído en forma paralela los embarazos no deseados, son los abortos provocados o inducidos, aspecto muy espinoso que por lo general los médicos no quieren abordar, pero que definitivamente existe.
En algunos hospitales se han atendido mujeres con complicaciones en abortos y son raros los casos en que la paciente acepta que fue un aborto inducido, debido a que esto tiene repercusión legal, pues no está permitido por la Ley.
Una persona que se provoca un aborto puede morir por hemorragia y más todavía si es asistida con alguien que está interviniendo directamente en la evacuación del útero, ya que podría perforarlo con el instrumento y causar más complicaciones, incluyendo la muerte.
Existen también los casos de mujeres violadas, que luego de ser ultrajadas acuden con el médico para evitar quedar embarazadas, lo cual sí se justifica y además la Ley lo permite.
Si nos vamos a los extremos, indicó Araujo Arche, es preferible tener un adecuado método de planificación familiar, que en un momento dado va a evitar dos muertes, tanto la del bebé que no tuvo la culpa de haber sido engendrado y el riesgo en que se pone a la mujer que se va a provocar el aborto, pues siembre conlleva un riesgo, aun cuando se acuda a los mejores hospitales y en las mejores condiciones. “Y no se diga cuando se lleva a cabo de manera clandestina, donde hay más riesgos, infecciones y sangrado”.