Reuters
Londres, Inglaterra.- El gobierno estadounidense está siguiendo el juego de Saddam Hussein manteniendo el foco de su política en las inspecciones de armas, dijo ayer una figura destacada de la oposición iraquí que luchó en el pasado contra el presidente de su país.
El general Tawfik al-Yassiri dijo que una resolución de la ONU sobre el desarme de Iraq, solicitada por Washington, debería incluir un pedido de que Iraq permita por primera vez inspectores de derechos humanos, una investigación sobre crímenes de guerra y un compromiso para que realicen elecciones libres.
“Democracia significa el fin de Saddam... De otra forma, Iraq es un país grande y no será fácil detectar las armas químicas y biológicas. Saddam está obsesionado con este tipo de armas. Nunca va a permitir que los inspectores se las arrebaten”, dijo Yassiri.
Estados Unidos dijo ayer que una resolución de la ONU requiriendo el desarme de Iraq era necesaria, a pesar de la oferta del país árabe para permitir el regreso incondicional de los inspectores de armas.
Los inspectores de la ONU comenzaron a destruir las armas de Iraq en 1991, pero Bagdad los expulsó en 1998, pocos días antes de que aviones estadounidenses y británicos llevaron a cabo una serie de bombardeos en respuesta a un informe de la ONU en el que se indicaba que Bagdad no había cooperado suficientemente con sus enviados.
Iraq ha negado que posea un arsenal de armas químicas y biológicas.
Una certificación de la ONU en la cual se detalle que Iraq no cuenta con armas de exterminio masivo es un prerrequisito para levantar las sanciones impuestas a ese país luego de su invasión a Kuwait en 1990.
“El regreso de los inspectores nunca debería haber estado en duda. Saddam siempre cede cuando su propia supervivencia está en juego”, dijo Yassiri.
Sólo ganando tiempo
Yassiri fue elegido para encabezar un consejo que representa aproximadamente a una cifra estimada de 1,500 oficiales iraquíes en el exilio.
El consejo cuenta con el apoyo del Congreso Nacional Iraquí.
, el principal grupo opositor que estuvo cabildeando ante Estados Unidos para buscar un cambio democrático e instalar un sistema de gobierno federal en Iraq para reemplazar a Hussein y a su partido Baath.
El general resultó herido gravemente cuando helicópteros iraquíes atacaron a sus fuerzas durante un levantamiento de 1991 contra Hussein en el sur de Iraq.
Los rebeldes chiítas fueron derrotados cuando Estados Unidos, que en primera instancia los instó a rebelarse, no hizo nada para evitar que Hussein los aplastara con su poder aéreo.
Entonces, Washington tenía el control del espacio aéreo iraquí tras haber ganado poco tiempo antes la Guerra del Golfo que obligó el retiro iraquí de Kuwait.
Yassiri dijo que Hussein ha tenido éxito en demorar un ataque estadounidense mostrándose aparentemente respetuoso de las leyes internacionales al acordar el reingreso de los inspectores de armas.
“Está ganando tiempo. Es su principal objetivo y Estados Unidos está permitiendo que lo logre”, dijo Yassiri sobre Hussein, quien se mantiene oficialmente en el poder desde 1979, cuando derrocó a su pariente Ahmad Hassan al-Bakr y lo reemplazó como presidente.
El presidente iraquí controla el aparato de seguridad y los recursos petroleros de Iraq desde que el partido Baath llegó formalmente al poder, en 1968.