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Estudian microalgas para cura de enfermedades nerviosas

Santa Cruz de Tenerife (España), 29 dic (EFE).- Investigadores españoles desarrollan una técnica vanguardista para identificar nuevas cepas de microalgas y estudiar su producción para el consumo humano.

Las microalgas son la principal fuente natural de ácidos grasos poli-insaturados, cuya carencia influye en enfermedades de la retina y el sistema nervioso, aseguran estos científicos que trabajan en las islas Canarias.

La investigación forma parte del proyecto "Prodem", que desarrolla desde el año 2000 el Departamento de Biotecnología del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), cuyos científicos perfeccionan una nueva técnica para identificar las cepas de microalgas en colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

El investigador del ITC y jefe del proyecto, Héctor Mendoza, dijo que se ha desarrollado un método basado en una tecnología reciente, la citometría de flujo laminar, capaz de medir célula por célula e identificar en pocas horas las cepas con contenidos más altos en ácidos grasos poli-insaturados.

Uno de estos ácidos grasos que estudian los investigadores canarios, el DHA, que pertenece al grupo de los omega-3, es fundamental para el equilibrio nutricional humano y es la sustancia predominante en la composición de la materia gris del cerebro.

La carencia de este ácido graso está vinculada a patologías como la degeneración de la retina y del sistema nervioso.

Una de las mayores actividades vinculadas con la producción de este ácido graso por medio de las microalgas es su uso para enriquecer leche maternizada, puesto que esta sustancia tiene una función fundamental en el desarrollo neonatal del sistema nervioso.

El desequilibrio en la ingesta de ácidos grasos poli-insaturados influye además en la aparición de enfermedades cardiovasculares, artritis y otros problemas inflamatorios, además del cáncer.

Especies de microalgas como la "Dunaliella salina" son utilizadas actualmente en países como Israel y Australia para producir betacaroteno, que es la pro-vitamina A.

Héctor Mendoza explicó que el principal problema para determinar el contenido en ácidos grasos de las microalgas es que la selección de cepas ricas en estos componentes son lentas y muy costosas.

Un ejemplo de esta dificultad es que aunque se conocen más de 40.000 especies de microalgas, sólo se han explorado los usos potencias de apenas una décima parte y no más de diez son explotadas comercialmente a gran escala.

La técnica que perfeccionan los investigadores del ITC se basa en la citometría, que se había aplicado fundamentalmente para usos médicos con el fin de identificar células cancerígenas y posteriormente en Estados Unidos para la selección de microalgas destinadas a la producción de bio-diesel.

Sin embargo, es reciente su utilización para identificar cepas de microalgas para el consumo humano y para seleccionar células mutantes o manipuladas que tengan altos contenidos en ácidos grasos poli-insaturados.

El objetivo de los investigadores canarios es el de "dar el salto" a los estudios de productividad y evaluar si la producción de microalgas en las islas puede ser una actividad viable económica y tecnológicamente.

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