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PARÍS, FRANCIA.- El ex inspector jefe de Naciones Unidas en Iraq, el estadounidense, Scott Ritter, afirmó el viernes que el objetivo de Washington es derrocar a Saddam Hussein, más que desarmar al país como asevera el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
"Lo más importante para mi gobierno es deshacerse del régimen de Saddam Husein, más que desarmar a Iraq", declaró en París el ex responsable de las primeras inspecciones de armamento realizadas por las Naciones Unidas en el país árabe.
En declaraciones a una televisora local, Ritter indicó que el fracaso de la primera misión de inspectores de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Iraq no fue culpa "del comportamiento de los inspectores sino de la administración norteamericana de entonces".
"Abusamos del derecho único de acceso que los inspectores tenían para espiar a Saddam Hussein, lo que nos desacreditó", subrayó Ritter, quien esta semana participó en Estrasburgo, al noreste de Francia, en una serie de reuniones del Parlamento Europeo.
Ritter, expulsado de Iraq por espionaje en 1998, dijo que se siente "muy inquieto por una eventual manipulación del gobierno norteamericano de los inspectores a través de esos inspectores una acción militar", contra Iraq.
Una nueva misión de la ONU, dirigida por el sueco Hans Blix, viajó esta semana a Bagdad para comenzar con las autoridades iraquíes los preparativos de la llegada en diciembre de unos cien inspectores enviados por la ONU, en cumplimiento con la resolución 1441.
Según el ex inspector, el Consejo de Seguridad de la ONU, que aprobó hace dos semanas la resolución 1441, "fue utilizado por Estados Unidos para dar una fuerte cobertura jurídica o diplomática a esta acción".
Ritter comentó a la televisora La Chaine Info que sean cuales sean los resultados de la nueva misión, el ataque de Estados Unidos contra Iraq es "inevitable" porque el presidente Bush ya lo decidió, aunque, dijo, la presión de la comunidad mundial puede frenarlo.
El ex jefe de inspectores de la ONU señaló que es preciso que los inspectores permanezcan en Iraq y que el Consejo de Seguridad no autorice a Washington a declarar la guerra contra el régimen iraquí, si no se demuestra que Hussein miente. En fecha reciente, en la sede de la ONU en Ginebra, Suiza, Ritter acusó al secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, de "mentir" al mundo al asegurar que Bagdad posee fábricas subterráneas para la producción de armas de destrucción masiva.
Ritter dirigió durante siete años la primera misión de la ONU en territorio iraquí encargada de verificar la existencia de armas de destrucción masiva en Iraq, al término de la Guerra del Golfo Pérsico.
El ex jefe de los inspectores internacionales dimitió del cargo en agosto de 1998, cuatro meses antes de que el equipo completo abandonara Bagdad, expulsado por el gobierno iraquí. Al dimitir, Ritter responsabilizó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de socavar la labor del grupo y al gobierno iraquí de dificultar su trabajo. Meses después, Ritter, al que en la actualidad se le conoce como el "espía arrepentido", reconoció que durante su misión en Iraq trabajó para el gobierno de su país y de Israel.
El experto ha mantenido siempre que Iraq no posee armas de destrucción masiva. Sin embargo, explicó que cuando dirigió la misión de la ONU el grupo no tuvo la oportunidad de tomar muestras para descartar la posible existencia de armas biológicas en el país árabe.