El gobierno de Estados Unidos deploró ayer un atentado suicida contra un hotel de propiedad israelí en Mombasa, Kenya, en el que murieron al menos 15 personas, aunque dijo que era prematuro culpar a la red islámica Al Qaeda.
El presidente George W. Bush, quien se encontraba en su estancia de Crawford, en el estado de Texas, para pasar el feriado del Día de Acción de Gracias, fue notificado del atentado y de otro ataque en Kenya contra un avión de pasajeros israelí por funcionarios de los servicios de inteligencia estadounidenses, dijo un portavoz de la Casa Blanca.
“El gobierno de Estados Unidos deplora esta violencia”, dijo el portavoz Gordon Johndroe. “Estamos listos para ofrecerles a los gobiernos de Kenya e Israel cualquier tipo de ayuda que necesiten en estas investigaciones”.
Funcionarios israelíes y kenianos rápidamente culparon por los ataques a la red Al Qaeda, del militante islámico de origen saudita Osama bin Laden, pero Johndroe dijo: “Es prematuro saber si esto fue obra o no de Al Qaeda”.
Washington acusa a Bin Laden y su red islámica de los atentados del 11 de septiembre del año pasado en Estados Unidos y de los ataques con bombas contra sus embajadas en Kenya y Tanzania en 1998.
Si los ataques del jueves fueron en realidad obra de Al Qaeda, sería la primera vez que esa organización ataca blancos israelíes.
Un grupo que se identificó como el Ejército de Palestina se atribuyó la responsabilidad de los atentados en un comunicado enviado vía fax a Reuters por una organización de prensa libanesa.
Reuters