TORREÓN, COAH.- “Sáquemelos de donde sea, hasta debajo de las piedras o donde estén, pero tráigamelos porque tenemos que ganar. Ahí están los taxis afuera, ¡ándele¡”, le dijo “la señora Coco” a una de sus ayudantes priístas en la escuela primaria “María del Carmen Azpe Pico”, de la colonia Nueva Merced.
En efecto, afuera de la escuela había vehículos de las líneas UICHO, Radio Taxis Amarillos y “Vagabundos”, quienes realizaban el traslado de los cientos de habitantes de esa populosa colonia, ubicada al sureste de la ciudad, donde la mayoría de las calles están sin pavimento y no pocas viviendas de madera y cartón.
Afuera también estaban algunos encuestadores de la revista Brecha y otra empresa privada, quienes preguntaban a la salida de las personas por qué partido habían votado, aunque algunos preferían no confesarlo con el argumento que el voto es secreto.
En los salones y el patio de esa institución educativa se concentraron las siete casillas para toda la colonia; la 1411 y las contiguas A, B, C, D, E y F, lo que originó desconcierto y malestar entre los ciudadanos, ya que los traían de un salón a otro, aunque dentro del mismo edificio. “Ya me voy, aquí me traen como loco de aquí para allá”, comentó en voz alta –y con otras palabras impublicables- un vecino que había acudido a emitir su sufragio.
Otra persona de esa colonia se mostró extrañada porque había sido llevada a votar en la escuela y comentó que la vez pasada la transportaron a Las Julietas, donde anteriormente vivía.
Los partidos políticos se cuidaban unos a otros para detectar posibles irregularidades, como los dos viajeros de una vagoneta Grand Cheroke verde, de modelo reciente, placas EXT-5305, que con una cámara de video se dedicaban a registrar las anomalías y captaron un automóvil con propaganda del PRI en el cristal trasero, que se localizaba cerca de la escuela primaria “José Ma. Morelos”, en la colonia del mismo nombre, donde se ubicó la casilla 1298 y la contigua.
En esa misma colonia, una brigada de jóvenes priístas recorría desde temprano casa por casa ese sector habitacional y la Polvorera, para invitar a los vecinos a votar.
Representantes de los partidos contendientes hacían recorridos por las diferentes casillas y cuadernos en mano hacían anotaciones y continuaban su camino, tal es el caso del regidor priísta Felipe Carmona, quien andaba muy activo de casilla en casilla dando instrucciones a los comisionados por ese partido.
Salvo pequeños incidentes, como apertura tarde de casillas y falta de algunos funcionarios de casillas, la jornada electoral en el Distrito IX transcurrió en forma ordenada y con poca afluencia de votantes (aproximadamente un 30 por ciento), ya que ni con taxis gratis de ida y vuelta a la casilla querían acudir.