El ex mayordomo de Diana de Gales, Paul Burrell, se declaró , inocente al comenzar su juicio en Londres por tres cargos de sustracción de bienes de la familia real.
El mayordomo está acusado de haber llevado 310 objetos propiedad de la familia real, entre ellos 284 pertenecientes a Diana de Gales y que desaparecieron tras la muerte de la princesa en accidente de tráfico en París el 31 de agosto de 1997.
Además, se le responsabiliza del hurto de cuatro objetos propiedad del príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, y de 22 de su hijo el príncipe Guillermo.
Entre los bienes supuestamente sustraídos destacan recuerdos personales, fotografías, cartas, ropa, joyas y discos, todos desaparecidos del palacio de Kensington -residencia de Diana hasta su muerte- entre el 1 de enero de 1997 y el 30 de junio de 1998.
Burrell, de 44 años, llegó al tribunal presidido por la jueza Anne Rafferty a las 08,15 GMT acompañado de su esposa, Maria, y vestido con un traje oscuro, camisa blanca y corbata roja.
A cada uno de los tres cargos, Burrell respondió "no culpable" con voz firme y la mirada al frente.
Se espera que el juicio se prolongue entre cuatro y seis semanas y se centre en establecer si los objetos en cuestión fueron robados o se le cedieron al ex mayordomo para su custodia.
Entre los testigos llamados a declarar están la madre de Diana de Gales, Frances Shand Kydd, y una de sus hermanas, Sarah McCorquodale, ambas albaceas del testamento de la princesa.
En cambio, no está previsto que presten declaración ni el príncipe Carlos ni el príncipe Guillermo.
Burrell, quien fue detenido el pasado enero después de una redada policial en su casa, trabajó para la familia real durante 21 años y conoció a la princesa en 1980, cuando Diana pasaba unas vacaciones en la residencia real de Balmoral, en Escocia.
Diana le seleccionó como mayordomo y llegó a describirle como "mi roca" tras su divorcio del príncipe Carlos