México, D.F.- El Partido Revo-lucionario Institucional (PRI) anunció que promoverá sanciones y penalizaciones administrativas a los funcionarios directamente responsables de los subejercicios en el gasto gubernamental, o que hayan incurrido en clara incompetencia.
Además, fijó sus condiciones para aprobar un Presupuesto de Egresos 2003 por consenso:
n Que haya austeridad administrativa.
n Que el Presupuesto promueva bienestar y empleo, y que tenga clara orientación social.
n Que las reglas del propio Presupuesto le permitan a la Cámara de Diputados vigilar y fiscalizar plenamente el gasto público.
En conferencia de prensa, el diputado David Penchyna Grub, presidente del Consejo Técnico de Asuntos Económicos del Consejo Político Nacional del PRI, dijo que su partido exigirá transparencia y escrúpulo en los programas y recursos del gobierno federal porque el próximo año hay elecciones federales para renovar la Cámara de Diputados. El PRI, agregó, exige que el gasto público autorizado se ejerza y no caiga, ?como hay un sinnúmero de ejemplos, en retrasos, subejercicios o ineptitud?, dijo.
En este proceso electoral, dijo, ya hay evidencia de la intención de vincular los programas del gobierno federal con las campañas del Partido Acción Nacional (PAN) en los estados.
El legislador refirió que el PRI buscará la reducción del gasto corriente en el gasto del gobierno foxista del próximo año y, en la misma proporción, incrementará el gasto de inversión.
Además, expuso, demandarán en las negociaciones en el Congreso del Presupuesto de Egresos 2003, reducir gastos excesivos en publicidad, asesores y nuevas oficinas.
Contrario a lo declarado por Fox la semana pasada, el PRI aclaró que la austeridad no significará por ningún motivo la reducción de gastos sociales. ?La postura del PRI es que el gasto social y el de inversión crecerán, que el gasto para las entidades federativas crecerá. Que se privilegiará el gasto para el campo, la educación y la salud. Porque esas son las prioridades nacionales?, refirió Penchyna.
Expuso que la administración foxista ha contado con más recursos que ninguna otra.