La Jornada
México, D.F.- Casi la mitad de la población activa en México (46 por ciento) tiene apenas estudios de primaria, lo que significa que 32.5 millones de adultos se encuentran en rezago educativo, afirmó ayer el presidente Vicente Fox. Al entregar certificados de primaria y secundaria a una treintena de adultos que acudieron en representación de los 700 mil que este año concluyeron sus estudios, indicó que hay seis millones de analfabetas y cerca de 15 millones que no tienen la secundaria concluida.
El mandatario señaló que por ello es necesario “meter a fondo el acelerador” para dar educación a millones de mexicanos que no han tenido acceso a la escuela.
Rescatarlos del rezago
Durante la ceremonia que se realizó en el salón de la Tesorería del Palacio Nacional explicó que el Instituto Nacional para la Evaluación de los Adultos (INEA) atiende a poco más de un millón de personas al mes y la meta para este año es “rescatar” del rezago educativo a cerca de millón y medio de mexicanos.
Consideró que el reto en materia de educación de adultos es enorme, porque 46 por ciento de la población económicamente activa en México no ha estudiado más que la primaria, y sólo una cuarta parte ha recibido capacitación para el trabajo.
Computadora en Acteal
Sobre el uso de la computadora en la enseñanza de adultos, dijo que va avanzando. Actualmente hay 360 plazas comunitarias -centros de educación equipados con conexión a Internet y a la red Edusat- y a fin de año van a entrar en servicio otras dos mil. Por lo pronto, hay una en Acteal.
Para mejorar la atención a los adultos, dijo que el llamado modelo de educación para la vida —que consiste en materiales especiales para los adultos y que comenzó a implementar el gobierno anterior—, se aplica en 15 entidades y se espera que al finalizar este año llegue a 29 en el 2003.
Indicó que el INEA recibió el año pasado a un millón de personas, de las cuales 128 mil concluyeron su alfabetización, 200 mil obtuvieron su certificado de primaria y más de 300 mil el de secundaria.
En la atención de los mexicanos en rezago educativo, señaló que su gobierno pondrá especial atención a las personas discapacitadas, a los migrantes, a los jornaleros y a sus hijos, así como a los indígenas.
El director del Consejo Nacional de Educación para la Vida y el Trabajo (Conevyt), Ramón de la Peña explicó que hay 13 mil lugares en todo el país donde estudian los adultos y dedicó el resto de su discurso a contar la fábula de un violín y un poema de Víctor Hugo.
Más allá de las cifras se escucharon las voces de adultos como la de Juana López Jiménez, indígena tzotzil del estado de Chiapas, quien habló en su lengua y dijo para ella no fue fácil estudiar, por que es indígena y tuvo que aprender a leer y escribir en su propio dialecto y en español, y porque es mujer, no la dejaron salir de su comunidad para que pudiera cumplir con sus tareas en el campo.
Mérito de indígena
Explicó que había sufrido mucho para poder leer. “Mi cabeza ha pensado mucho y mis pies se llenaron de lodo para caminar hasta el lugar que me dieron clases”. José Hernán Prieto Gómez, pesador del estado de Campeche, pidió que las autoridades educativas “no desistan” de su empeño en la educación de los adultos, pues hay personas que no pueden participar en los programas porque tienen “problemas”.
“Por eso les pido que tengan paciencia y motiven a los adultos con programas de capacitación para el trabajo. Es necesario que contribuyan a que nuestra gente dé el paso definitivo para una vida mejor”.
Acompañado de su esposa y su pequeño hijo, Celestino Ojeda, indígena de la sierra de Oaxaca, explicó que no cursó la primaria, porque su familia es pobre. Pero el deseo de enseñar a su niña y de darle una vida mejor, lo llevó a terminar la primaria. Celestino siguió el ejemplo de su esposa Angeles Medina que ya concluyó su secundaria y que está convencida que sólo estudiando van a poder salir de la pobreza.