AP
CARACAS, VENEZUELA.- Un desconocido lanzó una granada fragmentaria ayer contra la sede de la mayor organización empresarial venezolana, en el más reciente ataque contra una organización opuesta al presidente Hugo Chávez.
El ataque a la sede de la Federación de Cámaras Empresariales (Fedecámaras) se registró en medio de un tenso ambiente debido a la convulsión política y económica que enfrenta el país debido al paro nacional que cumplió ayer 22 días y que ha generado problemas de escasez de combustible y alimentos en Caracas y las principales ciudades del país.
Se trata del segundo atentado con granadas que sufre la sede de Fedecámaras, grupo empresarial que cuenta con un millón de afiliados y que junto a la coalición opositora Coordinadora Democrática y la mayor central sindical del país, desde el dos de diciembre dirigen un paro que busca presionar al presidente Hugo Chávez a que convoque a elecciones adelantadas o renuncie.
Miembros del departamento de seguridad de Fedecámaras halló el detonador de la granada y fragmentos, que dañaron paredes y quebraron los cristales de algunas ventanas de la edificación, reportó la cadena televisiva Globovisión. Nadie resultó herido y tampoco ningún sospechoso ha sido arrestado todavía, se informó.
Carlos Ortega, dirigente de la poderosa Confederación de Trabajadores de Venezuela y principal vocero de los organizadores del paro, dijo que la explosión demuestra que no hay voluntad dentro del gobierno para poner fin a la violencia.
Minutos antes de la explosión, Ortega alertó en una conferencia de prensa que el gobierno podría activar en las próximas horas un plan de saboteo y activación de la violencia. Ningún vocero del gobierno estuvo disponible para comentarios.
La violencia política va en aumento en esta nación sudamericana de 24 millones de habitantes, afectada por una severa crisis política y económica y polarizada en relación con el gobierno de Chávez.
Bombas de fabricación casera, granadas y “cocteles Molotov” han estallado recientemente a las afueras de oficinas de diarios, emisoras de radio y estaciones de televisión. Los sindicatos y los grupos empresariales que presionan para el derrocamiento de Chávez también han sido blanco de ataques.
Chávez, un ex militar que intentó dar un golpe de estado en 1992, que fue elegido presidente en 1998 y reelegido en el 2000, niega estar promoviendo la violencia. El diario local El Mundo publicó en octubre una declaración del presidente, que dijo que sus simpatizantes son incontrolables.