Torreón, Coah.- Después de que seis jóvenes fueron expulsados del Internado Tarahumara y 18 más optaron por salirse voluntariamente, los problemas para ellos parecen no terminar: ahora la falta de recursos les impide regresar a sus comunidades de origen para pasar la temporada navideña con sus familias.
Mediante un escrito entregado a El Siglo de Torreón, los jóvenes expulsados del Internado Tarahumara se defienden de las acusaciones en su contra, pues aseguran que siempre estuvieron dispuestos a trabajar vendiendo empanadas.
“Únicamente queremos dialogar y que se nos escuche, no hay intereses organizacionales y personales detrás de la problemática que nosotros hemos denunciado, menos hay intereses del padre Jean Claude Sauzet”, manifestaron.
Los jóvenes estudiantes dijeron no estar de acuerdo en la información proporcionada por el matrimonio Carmona Urby, responsables del Internado Tarahumara, pues los acusaron de flojos y no querer participar en las actividades.
En la actualidad los jóvenes tarahumaras son apoyados por una red de gente solidaria, quienes les consiguieron una casa ubicada sobre la salida Torreón- Matamoros, donde vivirán provisionalmente, además las universidades donde estudian continuarán apoyándolos con becas.
Ahora los estudiantes trabajan pintando una casa con la finalidad de conseguir los recursos económicos suficientes para viajar a sus comunidades de origen y así pasar la temporada navideña con sus familias.
“Todos estudiamos y queremos seguir haciéndolo, pedimos que se solidaricen y nos ayuden en nuestra causa porque tememos no poder seguir adelante con nuestras carreras, nos importa mucho seguirnos preparando”.
Y añadieron: “en esta navidad nos gustaría que abran su corazón y escuchen nuestras necesidades, nosotros no pedimos comodidades, pedimos un ambiente armónico, un ambiente de familia para seguir con nuestros estudios”.