El divisionismo entre los campesinos y el olvido en que se encuentran por parte del Gobierno Fedral los mantiene relegados y con severa crisis económica
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Los problemas que enfrenta el campo mexicano son graves y más se complican cuando los gobernantes no tienen voluntad política para atenderlos, como es el caso que se vive en la actualidad en nuestro país, dijo ayer el ex diputado federal Juan Arizmendi Hernández.
Entrevistado durante el desarrollo del acto de conmemoración del Reparto Agrario llevado a cabo hace 66 años por el general Lázaro Cárdenas del Río, Arizmendi indicó que nunca en la historia se había dado tanta apatía y olvido hacia los campesinos como en la actualidad.
Habló acerca del abandono en que se tiene a los campesinos de la región de Los Llanos en el Estado de Durango y lo que ha traído como consecuencia que bajen en forma alarmante los rendimientos de la cosecha de frijol en ésta que era una de las zonas más productivas a nivel nacional.
También los campesinos del municipio de Lerdo enfrentan serios problemas para la comercialización de la leche de traspatio y es una situación que no se concibe, ya que el Gobierno Federal cuenta con un canal de comercialización estupendo como es Liconsa, sin embargo, esa empresa de Estado, en lugar de adquirir leche a los productores nacionales para los diferentes programas sociales que atiende, adquiere leche en polvo de Estados Unidos para rehidratarla y así hacerla llegar a personas de escasos recursos.
Eso es falta de voluntad política, dijo Arizmendi Hernández, pues se tienen los instrumentos para apoyar a los productores primarios y se les deja en el olvido y por eso, poco a poco el país va dependiendo más en materia alimenticia de otros países.
Juan Arizmendi indicó que otro de los factores que se han dado para que los campesinos de Durango y de todo México en general sientan más los problemas de pobreza y marginación que los agobian, es el divisionismo que se ha dado al seno de la Confederación Nacional Campesina y consideró necesario que los dirigentes de las diferentes corrientes ideológicas que hay al interior de esa central de productores, se sienten a la mesa de negociaciones y expongan las razones que mueven a los grupos que representan; lo más seguro, recalcó, es que en el fondo todos tengan el objetivo de beneficiar a los productores primarios, de aumentar las fuentes de empleo y lograr el resurgimiento del ejido como unidad de producción, pero hace falta que se pongan de acuerdo en el “cómo” y que todos “jalen parejo en beneficio de los campesinos y sus familias”, concluyó.