Motivados por el alcohol, decidieron saldar con plomo sus diferencias
En violento enfrentamiento perdieron la vida cinco jóvenes miembros de dos familias rivales, luego que envalentonados por la bebida se reclamaran mutuamente ciertas diferencias, sacando a relucir las armas y tras de varias ráfagas de disparos los integrantes de ambos bandos quedaran sin vida, hechos ocurridos en el poblado El Mahuatal, adjunto al ejido Rojitas.
En el municipio de Canelas tuvieron lugar los lamentables hechos de sangre, en el que desafortunadamente varios veinteañeros que portaban armas de grueso calibre decidieron poner fin a sus añejas diferencias en una de las calles del citado municipio.
Rosalío, Fancisco y Felipe, de apellidos Vizcarra García, de 24, 22 y 21 años de edad respectivamente, vecinos del poblado El Cajón, desde temprana hora del domingo pasado se dedicaban a ingerir bebidas embriagantes y fue hasta la madrugada del día siguiente en que inesperadamente se toparon frente a frente con sus rivales, de nombres Jesús Beltrán Jiménez, de 27 años, y Francisco Gambino Beltrán, de 21 años, con quienes discutieron lanzando fuertes reclamos e insultos.
Al calentarse los ánimos y sin más preámbulos cada uno desenfundó su arma, abriendo fuego al instante a pocos metros de distancia, acertándose con mortal puntería varios impactos de bala, cayendo uno a uno hasta que todos heridos de gravedad y otros agonizando, yacían sobre el empedrado de la callejuela, mientras los asustados residentes del lugar se asomaban temerosos por los hechos.
En el reporte de la necropsia, Rosalío resultó con cuatro disparos en el pecho, Francisco presentó dos impactos en el lado del corazón y Felipe murió de un solo disparo en la frente. En tanto Jesús presentó cuatro impactos también en el tórax y su primo-hermano también recibió cuatro impactos de bala y uno más en la frente, que de inmediato le cortó la existencia.
En el lugar, personal de la Agencia del Ministerio Público de Canelas levantó cascos vacíos de pistola calíbre .9 mm, .45 y 22, de igual forma también se ubicaron cinco armas de fuego, ya que cada uno de los occisos portaba una calibre 7.62 de los llamados Cuernos de Chivo, una calibre .25, nueve milímetros y dos calibre .22.
Además de dar fe de los cadáveres, el MP asentó que no hubo más participantes en el conflicto, donde cinco personas pierden la vida al calor del alcohol y los rencores familiares.