Reuters
LOS ÁNGELES, E.U.- Reese Witherspoon entró en la habitación en jeans, una camiseta rosada, sin maquillaje y con una sonrisa que desarma tanto como su candor.
La pequeña actriz, de apenas 1.57 metros, acababa de firmar un contrato para la segunda parte de la comedia Legally Blonde, una película que fue todo un éxito el año pasado, por alrededor de 15 millones de dólares, lo que la propulsa al reducido grupo de las actrices mejor pagadas de Hollywood.
Como la avispada rubia de Legally Blonde, Witherspoon ya ha demostrado que en Hollywood uno puede ser bien parecido, listo y divertido. Mientras tanto, tratará de nuevo de cautivar al público en el papel de una belleza del sur de Estados Unidos que tiene que escoger entre dos hombres en Sweet Home Alabama, la cual se estrena el viernes.
No en balde la están llamando la nueva preferida de Estados Unidos.
"Es muy halagador. Es muy bueno tener la buena voluntad de la gente, pero en los términos en que yo me percibo a mí misma, me siento simplemente como un actor en su trabajo", dijo Witherspoon.
Con sólo 26 años, Whitherspoon ya tiene su propia compañía productora, una reputación de ser una de las actrices con más rigor de trabajo en el sector y una hija de tres años que ella dice que le ha quitado "toda la auto obsesión" a su vida.
Sobre su meteórico incremento de salario (apenas recibió un millón de dólares por Legally Blonde), una candidatura a un premio Golden Globe el año pasado y su llegada a la "Lista A" de las celebridades, Witherspoon no se hace ilusiones.
"Yo no utilizo las vidas o salarios de otras personas como una medida para mi propia vida y, francamente, sería igual de feliz con el mismo salario una y otra vez", dijo.
"Este negocio es tan ilusorio que uno tiene que agradecer cuando la buena fortuna se cruza en su camino. En algún momento las cosas cambian para uno, incluso si está en el escalón más alto uno va a experimentar algunas bajas, así que es importante tener algo normal para llevar a casa", señaló.
En el mundo del cine
Lo normal en el caso de Witherspoon es su esposo, el actor Ryan Phillippe, y la hija de ambos, Ava, así como su familia en Tennessee, donde la actriz dice que entró en el mundo del cine sin ningún entrenamiento formal a los 14 años.
Después de interpretar varios papeles dramáticos de novias e hijas, Witherspoon se preparaba para abandonar la actuación y matricularse en la Universidad de Stanford, con un interés de seguir los pasos de su padre y asistir a la facultad de medicina.
Entonces probó en una comedia en una pequeña película de 1996 llamada Freeway y se percató de que había encontrado su lugar como actriz versátil.
Hizo olas como la adolescente picaresca de "Pleasantville" y fue propuesta para los Golden Globe por su papel en Election. También interpretó a la dulce, pero calculadora Cecily, y dominó el acento británico, en la versión cinematográfica de la novela de Oscar Wilde La importancia de Ser Honesto (The Importance of Being Earnest) junto a los veteranos Judi Dench, Colin Firth y Tom Wilkinson.
Sin embargo, Witherspoon dice que el papel que interpreta en su nueva comedia romántica Sweet Home Alabama se parece mucho más a ella que otros papeles anteriores.
En el filme, Witherspoon es una muchacha sureña que triunfa como diseñadora de modas en Nueva York. Comprometida con un apuesto hombre de la alta sociedad, se enfrenta a su pasado cuando tiene que regresar a su pueblo para confrontar a su primer esposo, con el que se casó de adolescente, que no quiere darle el divorcio.
"Esto es lo más cerca que he estado de interpretarme a mí misma. Quería hacer algo que estuviera un poco más cerca de mi personalidad, pero que aún lo disfrutara. Me hace sentir vulnerable porque no encuentro que yo, mi personalidad real, sea tan dinámica ni carismática", dijo.
Tipo A
Witherspoon dice que ella es "un caso perdido, un fracaso miserable" en cuanto a maquillaje y peinados. "Cuando uno se convierte en madre no tiene mucho tiempo para preocuparse de la belleza del delineador de pestañas", explicó.
Sin embargo, admite que trabaja duro y con determinación.
Ella misma produce en colaboración Legally Blonde 2 a través de su propia compañía, TYPE A Films, cuyo nombre describe su propia personalidad.
"Mi madre acostumbraba a llamarme ‘pequeña Tipo A’. Muy metódica y organizada, tratando de echarse todo el mundo a sus espaldas", indicó.
También tiene un proyecto sobre el tenis profesional femenino y una película de suspenso, además de otras ideas con mujeres exitosas y realizadas, como atletas y feministas.
Las actrices admiradas por Witherspoon son también mujeres fuertes e independientes que se han hecho su propio rumbo en una industria donde la fortuna cambia tan rápido como las modas.
"Jodie Foster, Susan Sarandon, Holly Hunter, Frances McDormand, actrices que consistentemente hacen un buen trabajo a pesar del paso de los años y todos los otros factores que conspiran contra ellas", reveló.
Candice Bergen, quien comparte con Witherspoon los papeles estelares en Sweet Home Alabama y también sabe una cosa o dos sobre longevidad en Hollywood, estalló en carcajadas cuando le preguntaron si había dado a Witherspoon algún consejo durante la filmación.
"¿Usted está jugando? Reese no necesita consejos de nadie. Está tan segura y clara en lo que quiera y lo que son sus prioridades, y tiene el talento más tremendo que no soy capaz de imaginar lo que podría decirle", respondió Bergen.