POR MARTÍN CHÁVEZ CHÁVEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- En 1944, el Sindicato Nacional de Trabajadores Ferrocarrileros instituyó, por declaratoria presidencial, el 7 de noviembre como ?Día del Ferrocarrilero?; después de 52 años se mantiene el entusiasmo por este festejo, aunque en algunos jubilados queda el sabor amargo de la privatización, pues mucha gente se quedó sin trabajo y se perdió el servicio de transporte de personas, principalmente a las comunidades de difícil acceso.
El museo del Ferrocarril, campos deportivos, oficinas sindicales y otros espacios de trabajadores de Ferrocarriles Nacionales de México (FNM), ayer fueron sedes de eventos alusivos a su día: ?al gremio ferrocarrilero corresponde el privilegio de haber dado a la Patria un hombre cuya acción lo hace acreedor a la inmortalidad y el organismo representativo de tan importante grupo; éste es un tributo justo y perdurable que seguirá anunciando a las generaciones nuevas que los hombres del riel admiran y veneran a uno de los suyos que en cumplimiento de su deber entregó una vida joven para salvar al pueblo de Nacozari, en Sonora, el siete de noviembre de 1907?, recuerda Ezequiel Romero Hernández, representante del Museo del Ferrocarril.
Jesús García, antes de alcanzar la categoría de héroe, era un empleado modelo; cumplido en el desempeño de sus obligaciones, de una pericia extraordinaria en su especialidad, paradigma en suma, digno de emulación y recuerdo, dicen los libros: García Hernández explica de manera breve que Jesús García trabajaba como maquinista para una compañía minera y el día antes citado salvó al pueblo de Nacozari, desviando la trayectoria de un convoy cargado de dinamita que estaba a punto de estallar, ofreciendo su vida en ese acto heroico.
Aunque se mantiene el entusiasmo por el Día del Ferrocarrilero, hace diez años en que inició el período de privatización con el llamado ?Plan de Retiro Voluntario?, recuerda Ezequiel, la cosa cambió totalmente, aunque dicen que no fue privatización sino concesión del servicio por cien años y que la hoy empresa ferrocarrilera es sostenida en un 40 por ciento por inversión extranjera; 50 por ciento mexicana y diez por ciento del Gobierno Federal.
La llamada concesión afectó severamente a mucha gente cuyas viviendas se encuentran en lugares de difícil acceso como Camacho, Zacatecas, Opal y La Colorada en el mismo Estado, hasta donde a través del ferrocarril se les surtía de agua; hoy la visión es otra, se hizo a un lado la labor social por el aspecto económico, aunque FNM siempre trabajó con números rojos, sostuvo el representante del museo.
?Hace diez años, yo era secretario de organización, dentro del Sindicato Ferrocarrilero y teníamos seis mil 500 integrantes, cantidad que se redujo en un 50 por ciento con el retiro voluntario y hoy, casi creo que queda un 10 por ciento de aquel total; sólo en el Departamento de Contabilidad antes trabajaban cien personas y hoy sólo una, pero no había computadoras?.
?Ferrocarriles nunca se modernizó y en gran parte, eso lo llevó a terminar, aquí en Torreón hay equipos que desde que empezó FNM fueron utilizados hasta el final; nosotros mismos tuvimos mucho que ver, pues había muchos malos trabajadores y nadie pensaba que algún día todo eso fuera a terminar?, declara mientras fuera de su oficina, en el museo del Ferrocarril la Banda Municipal no deja de tocar.
Reconocimiento al héroe desconocido
El 19 de diciembre de 1957 en las páginas de El Siglo de Torreón se destacó el acto heroico del maquinista de FFCC, José Angel Delgadillo, quien 14 días antes de la publicación evitó una catástrofe mayor por el choque entre un tren de carga y un convoy que traía a su cargo; ayer recibió un reconocimiento por este motivo, acto que tuvo lugar en el Museo del Ferrocarril, evento que formó parte del festejo.
Recuerda la información de ese día que Delgadillo y sus compañeros estaban revisando su tren cuando divisaron, procedente del sur a un tren de carga que por sus continuos silbatazos se venía chorreando; Delgadillo metió reversa y alcanzó a retroceder unos 200 metros de la estación Camacho y de no haber ejecutado esa maniobra, la colisión hubiese sido de tremenda magnitud.
Otros ferrocarrileros, como Joaquín Castillo Espino, comentaron en relación a su día que con la privatización fueron engañados, pues se les dijo que se les iba a recontratar, sin embargo eso es parte del pasado y los festejos seguirán con el mismo entusiasmo, concluyó.