Barcelona, España.- Por cada persona que apoya a Maná hay un detractor, pero Fernando Olvera (Fher), Juan Diego Calleros y Alejandro González, oriundos de Guadalajara, más Sergio Vallín, el hidrocálido guitarrista, han sabido negociar su ascenso con los devaneos del ego, las tentaciones del medio artístico y las probabilidades del fracaso.
En España, Alemania, Italia, Inglaterra y Francia, los clientes de las discotecas de fin de semana saben a qué suena la banda y los corean. Entre el mercado latino que habita en Miami, Nueva York, Los Ángeles o Chicago, son familiares. Entre las líneas del mapa que delimita Centro y Sudamérica, ellos tienen cabida.
No temen hablar de sexo, religión, política, música, pasiones o dolores porque son humanos y los impulsan. En su show, abogan por el uso del condón. Con su fundación, apoyan el conocimiento y las causas del deterioro que vive la madre naturaleza para que su público haga conciencia.
En entrevista, Fher y Sergio revelan que han aprendido a levantarse de los golpes del pasado -y de algunos ‘pseudoproductores’ de TV-, y cuestionan a Fox, al Papa y hasta a Dios...
-¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?
Sergio: “Por primera vez en mi vida toqué una Fender Stratocaster de 1957, para grabar el nuevo disco” (Revolución de Amor).
-¿Cuál ha sido el dolor más grande que han padecido y que ahora lo recuerdan ya sin dolor?
Fher: “¿En serio quieres saberlo? Yo creo que cuando todas las discográficas nos cerraron las puertas como banda, cuando íbamos empezando, ya ahora me he encontrado a muchos de ellos y me da mucho gusto poderles decir: ¿qui’hubo “cab...”?, ¿no que no?”.
Sergio: “Me dolió mucho que algunos pseudoproductores nos despreciaran por lo que significábamos. Un tal Luis de no se qué... que es muy famoso en Televisa, y que nos hizo el feo. Ahora ya no significa nada, en lo absoluto”.
-Si tuvieran la garantía de que tendrán una respuesta honesta a una pregunta que siempre han querido hacer, ¿qué pregunta sería y a quién se la harían?
Fher: “Al Presidente Vicente Fox le preguntaría si en realidad está comprometido con el medio ambiente de México, si está consciente de lo que significa un compromiso de esa clase”.
Sergio: Yo le preguntaría al Papa Juan Pablo II si está consciente de la situación precaria que vive la Iglesia católica. Me gustaría preguntarle si sabe que debe hacer algo por que su religión evolucione, que muchos de los conceptos de su religión parecen obsoletos y habrían de renovarse”.
-¿Cuál ha sido el mayor acierto y el error que han cometido?
Fher: “Como parte de Maná, el gran error fue haber firmado un contrato en algún momento con una productora llamada Mildred Villafañe, y el más grande acierto es no haber perdido nunca la fe, porque creíamos en nuestras convicciones, en lo que hacíamos, y nos levantamos a pesar de muchos golpes, de habernos caído en bastantes ocasiones. ¿En lo personal? No he tenido errores ni aciertos, sino todo lo contrario”.
Sergio: “Es una idea relativa. He aprendido a asimilar lo que he tenido que vivir sin amargarme la existencia; he vivido lo que tenía que vivir y ya. Un gran acierto fue haberle dado un casete a un guitarrista amigo mío que trabajaba con Luis Miguel y que fue quien me conectó con Maná”.
-En su momento, si Dios les pidiera que se presentaran ante él, ¿cómo lo harían?
Fher: “Con una guitarra de un lado y con una botella de tequila por el otro. Brindaría con él por haberme dejado vivir todo lo que llevo hasta hoy. Soy una persona agradecida”.
Sergio: “Con la debida humildad, si dicen que Dios nos conoce a todos, le diría: ‘¿pues qué no me conoces?...’”.