MEXICO, D.F., (Agencias).- Diciembre es el mes más festivo del año, la gente celebra con amigos, disfruta las posadas y todas las tradiciones de la Navidad, pero sobre todo, de la reunión familiar.
Sin embargo, la gente no puede escapar a los problemas que enfrenta la sociedad, que van desde la manera de afrontar los gastos de las mismas fiestas de fin de año a las aglomeraciones en las tiendas comerciales e, incluso, a aspectos ligados con la salud.
Las fiestas decembrinas, que tienen un carácter eminentemente religioso, abarcan una parte social importante, pues permiten al adulto sentir que está junto a sus seres queridos, darse cuenta de que la familia es algo importante, pero también, según especialistas en siquiatría, no podemos desligar la parte bonita y agradable que son las fiestas, de toda la situación de inseguridad.
Precisamente, la inseguridad provoca en las personas la sensación de pérdida de algo, es decir, pérdida de estabilidad y esa es la parte del estrés, de la tensión con que vive la mayoría de la gente. Esa pérdida de seguridad se transforma en una serie de síntomas que se reflejan en insomnio, fatiga, dificultad para enfrentar los pequeños problemas de todos los días, angustia, depresión.
No obstante esta situación, los especialistas afirman que las fiestas permiten a la gente darse cuenta de que la familia es algo fundamental. De alguna manera, estas festividades reúnen a las familias y en estos casos vienen a ser un núcleo de bienestar.
Hay momentos divertidos en las fiestas de fin de año, ocasiones que "borran la angustia sobre lo que pasa alrededor, hay momentos tiernos, tristes". La reunión familiar, dicen, es de una gran relevancia para los menores, pues les crea una sensación de pertenencia, además, sienten lo que son, seres importantes para nosotros.
En una urbe donde cada vez son menos frecuentes las reuniones familiares, las celebraciones navideñas brindan la oportunidad de platicar lo cotidiano, y a través de la repetición de las cosas que se viven y que se angustian, uno puede, de algún modo, controlar esos sentimientos.
Ciertamente, la repetición verbal de los sucesos que nos rodean tranquiliza mucho a las personas, al darse cuenta de que hay otros que sienten lo mismo, que enfrentan situaciones difíciles y que el solo hecho de poder repetir y repetir, nos permite analizar los problemas y por tanto, controlarlos.
En esta época, en la mayoría de las ocasiones las personas no tienen dinero para comprar regalos y, sin embargo, se endeudan, cuando lo mismo vale un abrazo, el cual nos hace sentir contentos y es una forma de expresar el cariño que sentimos por alguien con un abrazo lleno de afecto. Puede pensarse que la fiesta permite esconder el sentimiento de inseguridad, de angustia por lo que estamos viviendo, la tristeza y la decepción se ven enmascaradas en una aparente felicidad y después regresa uno a la depresión y, a veces, a una depresión más profunda.