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Foro de APEC/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“Es mejor sentar a tus enemigos a la mesa que tenerlos fuera conspirando contra ti”.

Anónimo

La enorme mayoría de los mexicanos no sabe siquiera el significado de APEC. Sin embargo, el foro Cooperación Económica Asia Pacífico, conocido así por sus siglas en inglés, se ha convertido en uno de los escenarios de negociación y discusión económica y política más importantes del mundo. Y en estos días está concentrando la atención de los medios de comunicación de cuando menos una veintena de países.

APEC se creó apenas en 1989. Era el año de la “caída” del muro de Berlín y el primero de gobierno en los Estados Unidos de George Bush, padre. El propósito del foro era buscar un acercamiento económico y un entendimiento político entre los países ribereños del océano Pacífico. La decisión implicaba un reconocimiento de la creciente importancia del comercio en el Pacífico, que ha superado el valor del intercambio en el océano Atlántico, pero también de las dificultades para lograr que éste se desarrolle con libertad y equidad para todos.

El foro cuenta actualmente con 21 miembros: Australia, Brunei, Canadá, Chile, China, Corea del sur, Estados Unidos, Hong Kong (sí, como entidad separada de China), Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papua Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Rusia, Singapur, Taiwán (sí, a pesar de la oposición de China), Tailandia y Vietnam. Su importancia queda de manifiesto en el número de mandatarios que han decidido hacer una pausa en sus actividades para reunirse este fin de semana en Los Cabos, en el sur de la península de Baja California. Los participantes van del estadounidense George W. Bush al chino Jiang Zemin, pasando por el ruso Vladimir Putin y el peruano Alejandro Toledo. Es ciertamente una de las cumbres internacionales más importantes del año.

La reunión del año pasado tuvo lugar en China, apenas unas semanas después de los atentados del 11 de septiembre. Esto hizo que el tema sobresaliente de ese entonces fuera el terrorismo. Este año el terrorismo está también ubicado entre los temas fundamentales, especialmente a raíz del atentado de Bali, Indonesia, ocurrido apenas el 12 de octubre, que dejó un saldo de 180 muertos, la mayoría turistas australianos. Pero la persistencia de la recesión económica en el mundo, la cual ha hecho que se desplome el comercio en la cuenca del Pacífico, es quizá el tema que se tratará con mayor intensidad porque es el que puede generar mayores resultados prácticos. Los jefes de Gobierno y de Estado de la cuenca del Pacífico saben que la prosperidad de sus países está atada al comercio internacional.

Todos los países de la APEC buscan subrayar su independencia frente a unos Estados Unidos convertidos en la indiscutible potencia económica y militar del mundo. Al mismo tiempo, sin embargo, todos construyen la prosperidad de sus pueblos sobre el poder de compra de los consumidores estadounidenses. El déficit de cuenta corriente de la Unión Americana, que llegará este año a un nivel escalofriante de 500,000 millones de dólares, es un subsidio constante a la industria de los grandes exportadores de la región, desde China hasta México. La principal inquietud de la región es mantener el poder de compra de los estadounidenses y abiertas las fronteras de ese gran país consumidor.

Muchos de los países de la cuenca del Pacífico están furiosos con las acciones proteccionistas y con los subsidios ordenados este último año por el gobierno estadounidense. Especial irritación ha generado el arancel especial en contra del acero de fuera de Norteamérica y la aprobación de un nuevo plan de subsidios que añadirá 180,000 millones de dólares en 10 años a los ya generosos respaldos financieros que se conceden a los granjeros estadounidenses. Pero nadie se atreve a pasar de la protesta a actos concretos de represalia. Virtualmente todos los países de la APEC tienen un fuerte superávit comercial con Estados Unidos. El de México puede ascender este año a 37,000 millones de dólares. La protesta es justa y hay que hacerla, pero con cuidado de no matar a la gallina de los huevos de oro.

De lo que no me cabe ninguna duda es de que las reuniones de este tipo siguen enfatizando la importancia del comercio internacional para lograr la prosperidad de los pueblos. La globalización está aquí para quedarse. Y los países de la cuenca del Pacífico han sido sin duda los que más se han beneficiado.

Tolerancia cero

Tolerancia cero no tiene por qué significar abusos de la autoridad. Simplemente es un método de combate a la delincuencia que implica no aceptar violaciones a la ley, nI pequeñas ni grandes. Funcionó muy bien en Nueva York, donde los crímenes graves cayeron en 40 por ciento en dos años. Y debería funcionar en México si se aplica en serio.

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