De ninguna manera se puede afirmar que Algodoneros de la Comarca venció anoche a un “pichón”, los Correcaminos de la UAT Matamoros, como tampoco lo fueron los Lobos de la UA de C, nada menos, el mejor equipo de la LNBP, en el aspecto defensivo.
Los nuevos Algodoneros ahora sí son un verdadero equipo y mucho mérito tiene el coach, Liborio Chavarría, que de inmediato puso un correctivo eficiente para terminar con los problemas de indisciplina; desde luego, Eduardo Ganem Pérez, actúa acertadamente al apoyar a su entrenador, porque el plantel del conjunto lagunero es de gran calidad y pronto se ubicarán en el sitio que merecen.
Correcaminos de Matamoros está muy lejos de ser un “pichón” y si anoche se le venció por diferencia de 21 puntos, eso se debió al trabajo colectivo, para ser una base sólida del esfuerzo individual de elementos como Joe Wrigth, Bryant Collins y Luis Muñoz, ese zacatecano que radica en los Estados Unidos y llegó a los Algodoneros por recomendación del “Sorry” Jorge Ramírez Mota.
Joe Wrigth brilló como un sol en la primera mitad del partido, en el cual anotó ocho triples y totalizó 29 puntos; cuando Ricardo Pontviane, coach de Correcaminos ajustó en la defensa, Alonso Araujo entró a la cancha a marcar a Wrigth y el jugador local no tuvo ya las mismas facilidades, pero fue entonces que aparecieron las variantes, todas en base a un sistema bien definido, con circulación de la pelota en el ataque y una efectiva defensa combinada en un cuarto de cancha, de la cual sólo escapó Michael Johnson, ese espectacular y efectivo jugador norteamericano de Matamoros.
Llamó la atención que Liborio Chavarría iniciara el partido sin Kish Lewis en la cancha, el norteamericano jugó escasos tres minutos y mientras lo hizo ofreció brillantes acciones defensivas, una de las cuales cantó en la cara de Kevin Beard. Lewis necesita recapacitar, poner los pies en la tierra y entender que Algodoneros no necesita un jugador estrella, sino un verdadero trabajo de conjunto, en donde cada uno de los cinco elementos en la cancha realice un esfuerzo parejo, como se dio anoche, para poner a los Algodoneros en ventaja hasta de 25 puntos, no frente a un “pichón”, sino ante un buen equipo que anoche, por el buen trabajo defensivo del cuadro local, dependió totalmente de Michael Johnson.
Víctor Muñoz es ese movedor que el equipo no tuvo en el arranque de la temporada y cuando haya necesidad de dar descanso a Joe Wright, perfectamente podrá jugar junto a Jorge Serrano, porque el cubano incrementa su efectividad como número dos. Lo importante aquí es que Liborio Chavarría tiene tela de dónde cortar, porque elementos como Arturo Velazco (partidazo anoche), Jorge Serrano, Edgardo Cepeda y Jaime Bermúdez, podrían ser titulares en cualquier equipo de la LNBP.
Vienen dos rivales muy complicados, Correcaminos de Ciudad Victoria y Fuerza Regia de Monterrey, pero si Algodoneros continúa en plan de equipo, va a ser prácticamente imposible vencerlos en el Auditorio Municipal de Torreón. Anoche Matamoros no tuvo a Erik Langford, por estar lesionado, pero aun con la presencia de este moreno, el cuadro local hubiera salido con el brazo en alto, porque un plantel como el que se tiene, con un sistema definido y buena defensa, pasa a convertirse en rival complicadísimo para el más pintado.
Ahora no hay estrellas en el equipo, sino un grupo de jugadores de calidad, con actitud positiva, como la que anoche enseñó Bryant Collins, en su presentación ante el público de casa; se vio además un Alex Falcón animoso y con actitud defensiva, como corresponde a un jugador de su categoría.
Hoy trabajará el equipo a las 18 horas en el Auditorio Municipal, el deseo es que Kish Lewis recapacite y se incorpore a lo que ahora es un verdadero equipo, pero si el de San Luis, Missouri, no responde, Eduardo Ganem no va a esperar mucho para traer otro jugador extranjero de calidad, con disposición para integrarse a un grupo homogéneo, en donde todos, hasta el auxiliar, son importantes en busca del éxito.