Reuters
MOSCÚ, RUSIA.- Rusia no logró el martes poner en la órbita apropiada a un satélite de comunicaciones europeo de cinco toneladas, que ahora volará en círculos inútilmente hasta que finalmente caiga de regreso a la Tierra, dijeron funcionarios espaciales.
Konstantin Kreidenko, portavoz de la autoridad espacial rusa Rosaviakosmos, explicó que el satélite Astra-1K está atrapado en una órbita intermedia tras ser lanzado del cosmódromo de Baikonur en Kazajstán. “El satélite no alcanzó su órbita asignada y ahora nunca la alcanzará”, agregó.
Según Kreidenko, un cohete propulsor secundario, que debía impulsar al satélite a una altitud mayor, había funcionado mal y orbitaba la Tierra separado del satélite.
El satélite Astra, lanzado por un cohete Protón, está ahora condenado a dar vueltas al planeta hasta que la gravedad lo devuelva a la Tierra, dijo.
El Astra, de fabricación francesa, es el mayor satélite de comunicaciones del mundo, con una antena de 37 metros. Iba a utilizarse para emisiones de radio y televisión así como para servicios de telefonía móvil e Internet en Europa occidental.
“Tanto el satélite como el propulsor caerán tras un breve período a la Tierra. Ambos se consumirán en llamas y quizás algunos pequeños fragmentos toquen la superficie terrestre, dependiendo de los materiales de los que estaba hecho el satélite”, dijo Kreidenko. “Pero no hay peligro”.
En octubre, una nave de carga Soyuz que llevaba un satélite europeo explotó tras despegar de la plataforma de lanzamiento rusa en el Artico de Plesetsk.
Dos días después un cohete Protón puso con éxito en órbita desde Baikonur un laboratorio de investigación europeo.
El Protón, concebido en la década de 1960 inicialmente como una nave para cargas pesadas destinada a llevar bombas, es la mula de carga de los cohetes rusos.
Rusia alquila el cosmódromo de Baikonur de la época soviética a Kazajstán y es su principal base espacial.