Estrasburgo (Francia).- El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó hoy, jueves, por trato inhumano y degradante a Francia por mantener detenido a un preso enfermo de leucemia linfoide crónica.
En su fallo, en el que se condenó a Francia al pago de 15.000 euros en concepto de perjuicio moral, la corte consideró que se atentó contra la dignidad de Jean Mouisel al mantenerle en detención, incluso después de que en junio de 2000 éste decidiera interrumpir el tratamiento médico que seguía.
Según el Tribunal de Estrasburgo (noreste de Francia), ello constituyó para Mouisel una prueba "particularmente penosa" y causó "un sufrimiento más allá del que comporta inevitablemente una pena de prisión y un tratamiento contra el cáncer".
Indicó que el avance de la enfermedad hizo que el estado de salud de Mouisel -condenado en 1996 a quince años de cárcel por robo a mano armada en banda organizada, secuestro y estafa y en libertad condicional desde 2001- fuera cada vez más incompatible con la detención, sin que las autoridades penitenciarias tomaran medidas especiales.
Aunque la corte no pudo probar que, como aseguró el demandante, permanecía encadenado por los pies y atado por un brazo cuando se le administraba la quimioterapia, señaló que no hay duda de que iba esposado durante los traslados, medida "desproporcionada" dado que se trataba de una hospitalización y debido a la naturaleza del tratamiento y la debilidad física del enfermo.
Además, añadió, ningún elemento hacía temer que existiera un riesgo importante de fuga o violencia.
El tribunal opinó que las salidas de prisión así descritas no son conformes a las recomendaciones del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura sobre las condiciones de traslado y de examen médico de los detenidos.
En la sentencia se admitió que el demandante no podía beneficiarse de la libertad condicional o suspensión de la pena contempladas en dos leyes francesas adoptadas posteriormente.
La corte recordó que el Convenio Europeo de Derechos Humanos impone a los Estados proteger la integridad física de las personas privadas de libertad, sobre todo para la administración de cuidados médicos.
Mouisel, a quien se detectó la enfermedad en 1999, decidió interrumpir el tratamiento médico en junio de 2000, ante las condiciones en las que era sometido a quimioterapia y la supuesta agresividad de los vigilantes en su contra.
Para determinar si el estado de salud del demandante era compatible con su detención, una experta médica estableció poco después de que abandonara la quimioterapia que era necesario que el interesado estuviera en un lugar especializado.
En julio de 2000 Mouisel fue trasladado al centro de detención de Muret, con vistas a su acercamiento a un hospital de Toulouse (sur de Francia), y en octubre de ese año presentó una demanda ante el Tribunal de Estrasburgo por su mantenimiento en prisión y las condiciones de ésta, a pesar de su enfermedad.
En marzo de 2001 Mouisel fue puesto en libertad condicional, con la obligación de someterse a un tratamiento o a cuidados médicos.
EFE