ROCKVILLE, EEUU.- El francotirador del área de Washington que ha matado a seis personas y herido a otras dos presuntamente dejó una carta del Tarot con el escalofriante mensaje, “Querida policía, soy Dios”, pero los investigadores se negaron ayer a comentar sobra la posible evidencia.
Citando fuentes de los organismos de seguridad, el canal de televisión WUSA dijo que los detectives que encontraron un casquillo de bala en un área forestal cerca del lugar donde un niño de 13 años resultó gravemente herido, hallaron una carta del Tarot conocida como “la carta de la muerte” con un mensaje garabateado en el reverso.
Según afirmó WUSA, el mensaje decía: “Querida policía, soy Dios”.
En la primera de varias conferencias programadas para ayer, el jefe de la Policía del Condado de Montgomery, Charles Moose, rehusó hablar de la carta.
“Es inapropiado hacer comentarios acerca de esta carta. No he autorizado que se divulgue nada sobre esto”, dijo Moose.
Una portavoz de la policía contactada por Reuters dijo que no podía confirmar la existencia de la carta.
Un frustrado Moose se mostró irritado cuando se le consultó sobre el presunto mensaje. “Alguien en el equipo, alguien en la comunidad de seguridad ha hecho algo que me parece inapropiado.
Eso indica que no tengo control del equipo”, dijo.
Moose señaló que la investigación “continúa desarrollándose”, pero ofreció pocos detalles sobre los avances de la policía en la búsqueda del asesino.
“A la persona o personas que están haciendo esto, reflexionen sobre lo que están haciendo, entréguense a las autoridades”, dijo Moose en una conferencia de prensa posterior.
Desde el 2 de octubre, el francotirador ha matado a cinco personas y herido a una en los suburbios de Maryland, próximos a la capital estadounidense. Luego asesinó a otra persona en Washington e hirió a una en Fredericksburg, Virginia, unos 130 kilómetros al sur del lugar donde ocurrieron los otros incidentes.
Francoritador en silencio desde el lunes
Con el francotirador en silencio desde la mañana del lunes, los residentes del área tenían ayer los nervios de punta, preguntándose si el asesino podría atacar de nuevo.
Las escuelas del Condado de Montgomery, fuertemente custodiadas por la policía desde el ataque del lunes, cerraron para un día de entrenamiento de maestros que había sido programado con anterioridad.
En el vecino condado de Prince George, donde el niño de 13 años fue gravemente herido al llegar a la escuela, la policía investigaba versiones sobre una “persona sospechosa” que andaba con una escopeta cerca de una escuela secundaria.
Cada una de las personas muertas sufrió un solo disparo de un fusil de alta potencia. No hay indicios de que las víctimas, de edades de 13 hasta los 72 años, se conocieran entre sí, pero las pruebas balísticas han relacionado los crímenes.
Las autoridades dijeron que estaban examinando un incidente ocurrido el 14 de septiembre en Montgomery para determinar si está relacionado con los casos más recientes.
“No estamos descartando que ese caso esté relacionado. No lo estamos vinculando ni descartando”, explicó Mike Bouchard, un agente especial de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de Estados Unidos.
“Hay muchos factores que estamos observando. Simplemente decimos que los análisis balísticos no han sido determinantes”, agregó.
Las autoridades están ofreciendo una recompensa de 237,000 dólares por información que conduzca al arresto del francotirador.
El adolescente herido en Bowie seguía en estado grave, pero estable, dijo una portavoz del Centro Médico Nacional Infantil de Washington.
Los médicos dijeron que la bala se fragmentó en el tórax del escolar y causó daños al bazo, el estómago, el páncreas, los pulmones y el diafragma.
La mujer de 43 años herida en Fredericksburg ya salió de un hospital de Fairfax, Virginia, tras ser sometida a una intervención quirúrgica, dijo una portavoz.