TORREÓN, COAH.- La industria restaurantera regional enfrenta una difícil situación económica, como resultado de la dura competencia que le representan los negocios de franquicia por una parte y por otra, el incremento de aproximadamente un 25 por ciento del comercio ambulante de alimentos que opera en las noches.
Según el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera Antonio Díaz Barraza, enfrentan una situación totalmente desventajosa, si se considera que los establecidos están obligados a pagar salarios, Seguro Social, Infonavit, Impuesto Sobre Nóminas y una gran cantidad de gravámenes, en tanto que los que trabajan en cualquier esquina o banqueta si acaso cubren un derecho de “plaza”.
El representante de los industriales refirió que actualmente los niveles de ventas, aunado a la celebración de la feria anual, han disminuido en aproximadamente un 30 por ciento y se espera que comience un ligero repunte gradualmente, para el mes entrante.
Otra de las cargas que enfrentan los negocios establecidos y que cuentan con una licencia de alcoholes, es el cobro doble que por el mismo concepto hacen el Municipio y el Estado que en materia de alcoholes se disputan el control.
Inclusive, existe inquietud entre el sector restaurantero ante un supuesto incremento del 30 por ciento que se le aplicará a los refrendos de estas licencias, en el marco del proyecto de Ley de Ingresos del Municipio para el 2003.
“Por eso deseamos que como restauranteros nos pregunten al respecto y podamos participar con alguna propuesta que no nos posicione en forma tan desventajosa”, según el empresario.
Por otra parte y desde una perspectiva más global, Antonio Díaz Barraza indicó que la llegada de franquicias o restaurantes de los llamados tradicionales es bueno en términos de diversificación de los servicios, ya que fortalece además a la industria restaurantera.
“Cierto es que el público lagunero es novedoso, invade un sitio nuevo y al cabo de un tiempo regresa a sus espacios originales, lo que muestra que hay mercado para todas las preferencias gastronómicas y el que va a ganar en servicio y precios, siempre será el cliente”.
Recuperación de los niveles de empleo en el sector.
Otro de los beneficios que representa en el contexto económico regional, la llegada de nuevos restaurantes, es que se van recuperando gradualmente los niveles de empleo que se desestabilizaron durante los dos últimos años.
Actualmente la industria restaurantera regional genera casi 2 mil fuentes de empleo directos y mantiene actualizados sus sistemas de capacitación a sus trabajadores, dado que es creciente el número de extranjeros establecidos en Torreón que visitan los restaurantes.