TORREÓN, COAH.- En tierra de santos se apareció el diablo. La gente en la tribuna del estadio Corona cantaba el ?sí se puede?. En la mente de los aficionados estaba vivo el baile del Santos al Toluca el domingo 24 de noviembre. ¿Por qué no repetir la hazaña?
-Ya dejamos al América fuera, vamos a llegar a la final, comenta alguien.
Es difícil encontrar lugar dónde sentarse a pesar de llegar antes de las 14:00 horas. Algunas señoras apartan el espacio para todos los miembros de la familia. Colocan chamarras, cojines, cualquier objeto es bueno.
-De aquí a aquí están apartados para los conocidos de Maru, explica un señor que porta con orgullo la camisa del equipo tricolor.
Los minutos transcurren lentamente en espera del inicio del partido. Hay dudas, pero es mayor la confianza, la fe nunca desaparece. Las gradas de sol y sombra están llenas con anticipación. Las personas de plateas no se preocupan, tienen su lugar asegurado, privilegios que da el dinero.
El Toluca salta a la cancha. Una figura acapara las miradas del público, es José Satunirno Cardozo, máximo goleador del futbol mexicano.
-Estoy seguro que mete un gol pero Santos va a ganar.
El sonido local da a conocer las alineaciones. Al igual que una semana atrás Rodrigo ?Pony? Ruiz es el más ovacionado.
El silbatazo y el partido inicia arrancando un alarido en los aficionados. Comienzan los cánticos, las porras. Por qué dudar, ¿acaso el bien no siempre triunfa sobre el mal?
En cada aficionado existe un director técnico, así las indicaciones desde las tribunas se dejan escuchar.
-¡Joaquín abre la cancha!
-¡Tócala cuñado, tócala!
Un desborde del Toluca, Romero, defensa central del Santos tira un puñetazo y es amonestado. El partido comienza mal. Los aficionados lo saben, ven a un Toluca mejor ordenado. La primera genialidad, Zinha da un taconazo, deja a un compañero solo frente al portero Adrián Martínez, tira el delantero del Toluca y... ¡uf por poquito! Otro nuevo ataque, uno más, el Santos se salva en varias ocasiones. El nerviosismo se extiende por toda la tribuna.
Triangulaciones, paredes, los delanteros de los Diablos Rojos dan un baile, lecciones de buen futbol. Un ataque sorpresa del Santos, el desborde, el centro, Borgetti cabecea y goooool. Siempre Jared, el estadio estalla en júbilo, más fuertes los cánticos.
-No es justo el marcador, pero no importa que gane el Santos como sea.
Cardozo coloca el balón en el centro de la cancha, después del gol recibido. Unos cuantos toques, llegan al área del Santos y penalty. No ha transcurrido ni un minuto y el Toluca tiene la posibilidad de empatar. Para colmo de males Romero es expulsado. El Santos se queda con diez hombres.
José Saturnino Cardozo coloca el balón en el manchón penal y anota. Voltea a la tribuna y se burla de la afición. Los recordatorios maternales aparecen.
Nuevamente el grito del ?sí se puede?.
-Vamos Pony, vamos.
Manjarín sale de la cancha, entra Palmeros, el equipo está desconcentrado.
-Vamos Santos.
-Pásenla bien.
Los ataques no cesan.
-Lleguen, grita alguien refiriéndose a los defensas.
-¡Márquelos por diosito!, marquen.
Un centro, sale mal, Adrián Martínez se pasa. Gol del Toluca.
-Qué tienes Adrián, reclama un aficionado.
El portero santista no atina a dar ningún pase. No es su mejor tarde.
Otro ataque, tira Vicente Sánchez, Adrián alcanza a tocar el balón, el cual continúa su trayectoria lentamente, lentamente y gol.
-Ya salte Adrián.
Termina el primer tiempo... nadie canta.
Parece que sí se puede
Quince minutos de descanso que en la tribuna son una eternidad.
-La verdad yo no creo en los milagros.
-Veo más fácil el cuarto del Toluca que el segundo del Santos.
Inicia el segundo tiempo. Al minuto dos un tiro de esquina a favor del equipo de la Comarca. Johan remata y... ¡goooool!
-¡Sí se puede, sí se pude!
-¡Yo sí le voy, le voy al Santos!
El equipo parece recuperar la confianza. En la tribuna se desborda la alegría.
Los Guerreros parecen otros, juegan como apenas el domingo pasado contra el América. El ?Pony? es una pesadilla para la zaga enemiga.
Un desborde, un ataque, llega el ?Pity? Altamirano, se eleva en los aires y gol.
-Empatamos, vamos por el cuarto.
La gente baila, canta.
-Vamos Santos.
El Toluca es un equipo de oficio. Tiene pronto su recompensa, un centro al área y gol de Maximiliano Cuberas.
-No importa, sí se puede.
El Santos vuelve a ir al frente, existe la esperanza. Si ya alcanzaron una vez al Toluca ¿por qué ahora no?
Adrián Martínez intenta burlar a Zinha, éste no cae en la finta. Lo despoja del balón.
-¡Nooooo!
Con la portería sola el delantero del Toluca anota el quinto gol.
-Ya salte Adrián.
-Metan a Lillingston por Adrián.
Ataques desesperados. El grito de ?sí se puede? desaparece, el estadio es invadido por la tristeza. Antes del silbatazo final la gente abandona su lugar.
El diablo se apareció en tierra de santos. Nuevamente a esperar un milagro, ahora en sábado. Tradicionalmente no es un día donde trabajen los santos.