Reuters
JERUSALÉN.- El ministro israelí de Defensa, Benyamin Ben-Eliezer, dijo ayer que las fuerzas israelíes se retirarán muy pronto de otra localidad cisjordana después de que Washington demandó que alivie la presión a los palestinos para obtener el respaldo árabe a una posible guerra contra Iraq.
Ben-Eliezer hizo sus comentarios después de que el primer ministro Ariel Sharon llegó ayer a Washington para reunirse con el presidente estadounidense, George W. Bush.
Sharon y Bush tienen previsto reunirse hoy.
Israel retiró sus tropas de la ciudad cisjordana de Belén en agosto. Ben-Eliezer dijo a la radio del ejército en una visita a Francia, que su gobierno sostiene “intensas conversaciones sobre la ampliación del área de retiro, hacia el suroeste de Belén”.
Mencionó la ciudad de Hebrón, cerca de Belén, como el próximo centro de una retirada de tropas y tanques.
“Espero que para el fin de la semana esto pueda suceder, si las condiciones están dadas”, dijo.
Israel reocupó militarmente la mayor parte de los poblados palestinos en Cisjordania en junio, en respuesta a una serie de ataques suicidas en Israel, imponiendo toques de queda en la mayoría de esas localidades.
Los palestinos dicen que los toques de queda y bloqueos impuestos sólo profundizan el resentimiento y garantizan que la violencia continuará impidiendo la reanudación de conversaciones de paz que eventualmente puedan desembocar en la creación de un Estado libre palestino.
Las autoridades israelíes han dicho que los atentados suicidas se reanudan cada vez que el ejército alivia su control de las ciudades.
En las conversaciones del miércoles, Sharon intentará resolver una discordia poco usual entre la Casa Blanca e Israel causada por operaciones del ejército contra militantes palestinos, en las que murieron civiles, y un cerco el mes pasado alrededor del complejo del líder palestino Yasser Arafat, cancelado posteriormente bajo presión estadounidense.
Al establecer las reglas del terreno para una campaña contra Iraq, también es probable que Washington, el principal aliado de Israel, inste a Sharon a actuar con máxima moderación si el Estado judío es blanco de misiles iraquíes durante un ataque liderado por Estados Unidos.
Palestinos a oscuras
Saeb Erekat, un ministro palestino y jefe de negociadores de Arafat, dijo a Reuters que Israel no está conversando con la Autoridad Palestina sobre un nuevo repliegue de tropas.
La retirada “debió haber ocurrido hace mucho tiempo” dijo.
Israel retiró sus tanques y tropas de Belén el 20 de agosto bajo un acuerdo que requería que la policía palestina restaurara la calma y actuara contra los militantes radicales. Belén, al sur de Jerusalén, ha estado en relativa calma desde entonces.
Al menos 1,614 palestinos y 604 israelíes han muerto en la insurrección que comenzó en septiembre del 2000, tras el estancamiento de las conversaciones de paz.
Por otra parte, la policía israelí detuvo ayer durante varias horas al Mufti de Jerusalén, la mayor autoridad religiosa de los palestinos, para interrogarlo sobre unas declaraciones que hizo en defensa de los atentados suicidas.
La investigación fue iniciada por unas declaraciones realizadas por el jeque Ikrima Sabri a la prensa árabe, en las que describió los atentados suicidas que han matado a numerosos civiles israelíes como acto legítimo de autodefensa contra la ocupación, dijo la policía.
Ayer, cuatro personas resultaron levemente heridas en un aparente tiroteo contra un autobús en el norte de Israel, dijeron la policía israelí y fuentes médicas.
Los detalles sobre el ataque, perpetrado cerca del kibbutz Nir David, próximo a la localidad israelí de Beit Shean, no estaban claros por el momento, pero la policía dijo que se creía que un hombre armado estuvo merodeando por la zona.
“Hay cuatro heridos y han sido evacuados al hospital”, dijo un portavoz del servicio de ambulancias Magen David Adom. “Tienen heridas de metralla, así que no podemos decir si fue un tiroteo o una explosión”.
Otras tres personas fueron atendidas por la conmoción, dijo el portavoz. Una información de radio situó el número de heridos en cinco.