Agencias
Los Ángeles, E.U.- Para el actor George Clooney éste fue un año de intensa actividad creativa. No es para menos; además de protagonizar varias películas se dio tiempo para hacer su debut como productor (Solaris) y director de cine (Confessions of a Dangerous Mind).
Versión anglosajona del filme que con el mismo título dirigió a principios de los años 70 el realizador soviético Andrei Tarkovsky, esta nueva Solaris fue escrita y dirigida por Steven Soderbergh, con el que Clooney decidió formar una compañía de producción.
“Las intenciones que tuvimos para poner en marcha tal proyecto, fueron las ganas de tener control sobre un buen porcentaje de nuestras ideas”, explica George Clooney con una amable sonrisa.
“Hay muchos filmes que Steven y yo deseamos hacer por nuestra cuenta, sin grandes presupuestos económicos, pero con una total independencia creativa”, agregó.
La oportunidad de hablar con el actor, productor y director se dio con motivo del reciente estreno de la cinta Solaris. Sin embargo, el tema central del diálogo no estuvo dominado completamente por dicha película. Lo primero que hizo fue recordar que la primera oportunidad “grande” que tuvo en su carrera fílmica se la dio Robert Rodríguez en la cinta From Dusk Till Dawn.
“Siempre le estaré agradecido a Robert por haberme incluido entre los personajes de su filme”, dice Clooney. “Desde que nos vimos por primera vez, Robert me aseguró que yo estaba entre sus candidatos favoritos. Eso me lo confirmó poco tiempo después, cuando su directora de reparto me llamó para avisarme que había sido escogido para estar en ese filme”.
“Realmente puede decirse que gracias a From Dusk Till Dawn las puertas de Hollywood se abrieron para mí. En esos momentos yo no tenía mucha experiencia como para ser la estrella de una película, pero Robert [como también Quentin Tarantino] dijo que estaba seguro de que yo lo iba a hacer bien y me dejó en libertad para que yo construyera la actitud y el carácter de la mejor forma posible”.
Su paso por el séptimo arte
Establecido como uno de los actores más promisorios de todos los que surgieron en Hollywood en la última década, George Clooney ha sabido manejar cuidadosamente cada paso dado en su carrera.
Aunque muchos especialistas lo criticaron al principio porque no trató de explotar su carismática personalidad haciendo roles de galán y conquistador de mujeres en comedias baratas y superficiales, varios de ellos aplaudieron la audacia que tuvo para aceptar el papel del Hombre Murciélago en la segunda aventura fílmica de ese popular héroe de los comics.
“Me hubiera podido hacer rico en muy poco tiempo con Batman, pero no quise quedarme atrapado en ese papel. Fue divertido hacer un filme de aventuras y traté de disfrutarlo tanto como era posible”, asegura Clooney con palabras irónicas.
“Pero no era muy cómodo pasar horas y horas encerrado en mi camerino disfrazado de murciélago. Ya para cuando íbamos a la mitad del rodaje había tomado la decisión de irme de la serie. Aunque había firmado para trabajar en más de una película de la serie, pedí a mis abogados que se encargaran de sacarme de ese compromiso. Siento que tomé la decisión adecuada. Nunca me he arrepentido de haber hecho eso”.
Luego de pasar por un tiempo relativamente oscuro y poco interesante en su carrera, George Clooney tuvo la primera oportunidad de conocer y trabajar con Steven Soderberg. Ese encuentro lo llevó hacia la exitosa dirección por la que ha caminado en los últimos años.
“Cuando recibí la propuesta para participar en Out of Sight no estaba muy entusiasmado, creí que se trataba de una historia como cualquier otra. En cierto sentido lo era, pero Steven hizo una brillante labor como director en ella, tanto que la convirtió en la mejor película que yo había filmado en mucho tiempo”, recuerda Clooney.
“Lo más interesante que ocurrió con Out of Sight fue que me ayudó a tener mucha confianza en mí mismo y puso a Jennifer López en mis brazos. Desde entonces vivo soñando con tener la oportunidad de volver a estar al lado de ella”, agregó sonriendo.
Superada la imagen de “chico lindo” en la que Hollywood trató de encasillarlo en sus primeras épocas de actor, George Clooney fue encontrando roles cada vez más complejos e interesantes.
El éxito que obtuvo primero con Three Kings y luego con O Brother, Where Are Thou? lo condujeron hacia el filme (Ocean’s Eleven) que le daría un impulso definitivo dentro del cine internacional.
“La verdad es que tardé un poco de tiempo en descubrir cuál era mi camino dentro de este negocio. Me alegra saber que pude hacerlo”, afirma Clooney, y añade: “Muchos actores pasan la vida dando vueltas en Hollywood, consumidos por la idea de estar alcanzando la fama, sin darse cuenta que simplemente están perdiendo el tiempo. Ahora entiendo que más allá del puro entretenimiento el cine es también un buen medio para comprender cuál es el sentido que tiene la vida”.
“Quienes entienden muy bien esto no son los productores de los grandes blockbusters (películas destinadas a hacer mucho dinero) sino, por el contrario, los directores jóvenes e independientes como Joel y Ethan Cohen, Steven Soderbergh, Robert Rodríguez y Quentin Tarantino”, dice a manera de conclusión George Clooney.
“Con todos ellos me siento totalmente identificado y fue por eso que decidí fundar mi propia compañía productora: para empezar a desarrollar proyectos cada vez mejores en términos artísticos; tales como Solaris, una película llena de resonancias filosóficas y humanas que jamás hubiera sido producida por alguno de los estudios de Hollywood”.